Ayer publicamos la noticia de un accidente en el que una guagua había salvado, milagrosamente, con vida. Efectivamente, se trató de un choque que pudo haber tenido fatales consecuencias para el menor de no ser porque, como corresponde y ajustándose a la obligación de protegerlos, el bebé se encontraba en su correspondiente silla de seguridad.
Más allá de ese gran detalle, lo cierto es que no siempre las personas involucradas tienen la disposición de agradecer a quienes ayudaron oportunamente luego de producido el accidente. En este caso, se trata de Germán Lutz (hijo), su esposa Carolina Román, y su pequeño hijito, Augusto Fernando, quienes en la fotografía aparecen junto al padre, suegro y abuelito, Germán Lutz. Todos demostraron su gratitud por el personal del Samu, Bomberos y Carabineros que acudieron prestamente al lugar de los hechos y brindaron las primeras atenciones, lo mismo que quienes trabajan en el Hospital de Villarrica.
La ocasión no era para sonreír, pero ellos tenían motivos suficientes para estar contentos.