Pasear, conocer gente, recorrer otros lugares además de su querida Villarrica y la zona lacustre, son algunos de los gustos que a sus 87 años se sigue regalando la conocida vecina Elena Benítez Martínez.
Nacida en Gorbea, su familia se trasladó posteriormente al campo, al sector de Huincacara desde donde llegó a la ciudad. Su más reciente pesar ha sido la pérdida de dos hijos de su primer matrimonio hace tres y cuatro años. Al recordarlos, la emoción humedece sus ojos por lo común chispeantes y alegres.
Hoy, viuda de don Ramón López, quien falleciera hace 19 años, cuenta con la compañía de la única hija de ambos, Marcela. Ha sido con ella también con quien debió compartir la terrible experiencia de perder trágicamente a una querida amiga como lo fue Sandra Coliñanco, en un fatal accidente en el centro de Villarrica hace pocos días. “Esto me ha dolido muchísimo, menos mal que su chica está mejor con su abuela”, comenta con tristeza.
“Cuando nos vinimos con mis padres a Villarrica –recuerda doña Elena- comencé a trabajar con la familia Lutz. “Más adelante, cuando adquirimos esta propiedad con mi marido, me dediqué al hospedaje, también tuve una tienda, pero como el trabajo era demasiado intenso para nosotras con Marcela, optamos por arrendar los locales comerciales”.
Actividad social
Doña Elena no oculta su gusto por participar en grupos de amigas y de adultos mayores, lo que revela su sentido social para ayudar a quienes lo necesitan, labor que también lleva adelante el grupo “Manos Amigas”. “Me encanta ese grupo, porque aparte de pasarlo bien, compartir un tecito o un mate, conversamos y a la vez ayudamos a personas que pasan por situaciones difíciles. También facilitamos catres clínicos que necesitan personas enfermas, y también ayudamos a familias con problemas a las que les llevamos canastas familiares. Me gusta mucho ayudar a otras personas que lo necesiten”.
“Lo que nos falta para hacer una mejor labor social es una sede propia y por eso estamos en gestiones para que se nos entregue en comodato un local. Tenemos confianza que lo conseguiremos pronto”, agrega.
Cantos y viajes
Por otro lado, hace unos 20 años que Elenita integra la directiva del club de adultos mayores “San Francisco”, en el que ocupa la presidencia hace cuatro años. Lo mismo ocurre con el Coro Polifónico de adultos mayores, que dirige el profesor Gustavo Rodríguez. “A mí siempre me gustó cantar, pero en grupo, no sola, -aclara-, y por eso en el coro me siento muy bien”.
Las redes sociales de Elena Benítez no solo le han facilitado conocer a muchas buenas personas y amistades. También ha podido viajar y visitar otros lugares.
“Hemos ido a la Argentina y conocido ciudades como Junín de los Andes, San Martín de los Andes y Bariloche, mientras que en Chile, por ejemplo, hemos viajado a Chiloé, Termas de Manzanares, Valparaíso, en donde visitamos el Congreso Nacional. Tanto con el coro como con el club “San Francisco” hemos hecho muchos paseos y giras que han sido experiencias inolvidables”.
Delincuencia crece
Su mirada retrospectiva a Villarrica es clara: “Si bien antes la ciudad era más pequeña tenía la ventaja de que era mucho más tranquila, hoy no se puede caminar sola o dejar la casa sola, porque la delincuencia ha crecido y hay mucha desconfianza”, enfatiza. “Claro que ahora en Villarrica hay más avances y cosas bonitas como la Costanera, edificios modernos, jardines y adornos en las calles”, apunta como contrapartida.
¿Baja del turismo?
Sobre el fuerte económico de Villarrica y la zona que es el turismo, Elena Benítez comenta que “por lo que dice la gente, el turismo ha bajado este año y por eso he visto muchas caras tristes entre quienes viven de la actividad”.
Como corolario de una vida de trabajo y de esfuerzo, Elena no vacila en señalar que “mi vida ha sido buena a pesar de las penas. La gente me reconoce, me saluda y cuento con el cariño de mi hija Marcela que es una buena hija que me cuida y me acompaña en mis paseos habituales. Me siento feliz y agradecida de la vida”, termina diciendo esta amable vecina del centro de la ciudad.