En nuestro Dejaron Huella de hoy, les relataremos un poco de la historia del docente Víctor Hugo Turra Fernández, hombre de esfuerzo que con tesón y garra sacó su profesión adelante y hoy descansa después de más de 45 años de docencia.
Es hijo de esta comuna, nacido y criado en Villarrica, sus estudios básicos los desarrolló en la que hoy es la Escuela Manantiales de Relún para luego trasladarse a otros centros educacionales de la comuna, finalizando su educación primaria en la Escuela Nº 4, hoy Alexander Graham Bell, misma en la cual años más tarde se desempeñó como docente e inspector general.
Los inicios
“Tras terminar mi enseñanza media trabajé como inspector en colegios de la zona, pero luego estuvo la oportunidad de estudiar en la Universidad Católica y con mucho esfuerzo trabajé y estudié hasta que en 1982 obtuve mi título como docente, un orgullo para mi y mi familia, otra meta alcanzada. Pero no me quedé con eso, con el paso de los años seguí capacitándome y estudié dos post título, uno en Administración Educacional y el segundo en Gestión Estratégica para Establecimientos Educacionales”.
“Mis alumnos son mi orgullo”
“Uno de mis orgullos más grandes como profesor ha sido ver cómo quienes fueron mis alumnos hoy son hombres y mujeres de bien. Sin duda a algunos les ha ido mejor que a otros, pero son personas buenas y eso me emociona porque de alguna forma como profesor fui parte de su formación”.
¿Alguna historia en especial que lo haya marcado?
“¡Uf! hay varias pero ahora se me viene a la memoria una en especial, la de un joven que tenía muchas aptitudes, esforzado, deportista, pero muy vulnerable en su entorno familiar. Este joven muchas veces el único alimento que recibía era el que se le entregaba en el colegio, por lo mismo nos preocupábamos de que cada día viernes pudiera llevar algo de alimento a su hogar. Cuando ya se licenció, me propuse que él siguiera estudiando así que ingresó a la Escuela Industrial donde estudió la especialidad de electricidad. Cuando terminó se le dio la oportunidad de irse a una minera en el norte y ahí le perdí la pista. Hace algunos años él me encontró en el centro… y fue tan emocionante verlo con su esposa y su hija y ver que la adversidad no lo venció y hoy es un profesional. Eso… (Hace una pausa) me emociona, saber que hicimos las cosas bien”.
La actual situación de los docentes
“Hoy, lamentablemente vemos a los docentes muy agobiados con trabajo burocrático por este sistema de educación que hoy tenemos en nuestro país, donde pareciera que el objetivo es responder una prueba, pareciera que la labor de mis colegas estuviera orientada a que los alumnos sean como máquinas, que respondan preguntas y eso me da pena. Hecho de menos cuando los profesores junto con enseñar teníamos el tiempo para hacer un trabajo más humanitario, hoy eso casi no se puede hacer por la carga laboral”.
Hoy, Víctor Hugo está retirado de las aulas dedicado a su familia y a cuidar su salud, pues fue diagnosticado con cáncer, enfermedad a la cual le está dando la pelea, como él dice. “Hoy me dedico más a mí, a tener una vida más tranquila, pero el profesor siempre esta ahí, cuando me encuentro con quienes fueron mis alumnos converso con ellos pero de igual a igual, como amigos y ellos me dan fuerza y energía para superar esta enfermedad, a la cual le estoy dando la batalla”.
Este docente de rostro afable y voz cálida, al terminar nuestra entrevista se refiere a la familia que formó junto a Ruth Medinas, con quien están ad portas de cumplir 46 años de matrimonio, unión de la cual nacieron sus orgullosas hijas; Lorena Alejandra y Mónica Ruth, la primera, ingeniera en informática y la segunda, diseñadora gráfica y estilista, hijas que le dieron 4 nietos: Valentina, Paula, Sofía y Julián, familia a la que agradece todo el amor y apoyo que le dan día con día.