En Chile y en muchos otros lugares del mundo en donde la educación es escasa, limitada, selectiva y de mala calidad, la superstición, la mentalidad mágica, la superchería y las creencias en un determinismo inevitable como el destino de las personas, de los países y del mundo, es un lugar común que muchas veces se transforma en profecías auto cumplidas.
Desde mi óptica, MARZO DE 2020, no existe. Es simplemente una especulación de nuestra mente humana, que ha creado el concepto del calendario como una abstracción de futuro que en la práctica cotidiana resulta cómodo y útil aceptar para ordenarnos en nuestra forma de vivir en sociedad. Pero que quede claro que Marzo del 2020 no existe y es sólo un supuesto intelectivo del ser humano que gracias a su capacidad de razonamiento abstracto, le permite ver y creer en asuntos que son una mera especulación o una simple probabilidad. Un buen ejercicio para todos es mirar a los animales domésticos y no domésticos que viven a nuestro alrededor y observar si a ellos les preocupa el futuro, el mañana, Marzo por ejemplo. Nada, ellos viven el instante presente como una llama o flama encendida, que por lo demás es lo único valioso que tienen ellos y nosotros. Es sólo el hombre el que puede sentir y vivir lo que llamamos “pre-ocupación”, es decir la neurótica ansiedad por el mañana. La presencia de lo ausente.
Hoy, a donde vaya y lo que lea en diarios y revistas, el tema del día, es el Apocalipsis chileno de Marzo. Que estupidez más grande. Estamos construyendo y forzando una realidad. Marzo no existe y si existe es en nuestra imaginación y no tenemos por qué, de ante mano crear una realidad tan perversa y destructiva. Con el mañana (el futuro) de nuestras vidas podemos hacer y deshacer a nuestro arbitrio, pero con la claridad necesaria de que estamos haciendo uso de una facultad de nuestra mente que es la imaginación, y que esto, no es realidad ni personal ni social, es un sueño, un temor o una simple conjetura.
La televisión, y la prensa, al igual que la radio y otros medios, han ocupado la especulación del futuro, como una manera de realizar propaganda para ganar más dinero y vemos como ya, a mediados de enero comienzan con la propaganda majadera de lo que nos viene encima. Bueno, en realidad Marzo, siempre ha tenido un tinte trágico y doloroso. Marzo, mes de gastos en colegio, uniformes y útiles escolares, pago de patentes, pago de impuestos. Ahora a Marzo le quieren sumar algo así como “el principio del fin”, del Chile que conocimos una vez y que se acabará para siempre.
Propongo que a partir de Marzo, no pensemos en reeditar o reconstruir una segunda Revolución Francesa en Chile, con guillotina incluida, para usarla con todos aquellos que piensen distinto a lo que piensan, sienten y quieren los dueños de la guillotina. Por el contrario; dado que tenemos voluntad e inteligencia, hagamos una “planificación estratégica” del supuesto Marzo que vendrá, como el comienzo del mejor Chile de la historia. Construyamos un Chile de todos, sin primera ni segunda línea. Un Chile con nueva Constitución, donde vayamos todos a votar con o sin “voto obligatorio”. Constitución nuestra y popular, construida con sudor y lágrimas por todos los sectores. Un Chile justo y sin corrupción. Un Chile que supere sus fantasmas del pasado con sabiduría y justicia. Que no gane la GUERRA y podamos vivir en PAZ.
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