¡Quién lo diría! ¿Verdad? Hoy cerramos el primero de los 12 capítulos que componen el año 2020. Así de rápido, así de implacable y vertiginoso es el ritmo de la vida. Consideremos que estuvimos nueve meses esperando el verano y que, desde el punto de vista de la llegada masiva de visitantes, ya completamos la mitad de la temporada estival. Marzo es benevolente, casi siempre y lo será más este año puesto que el cambio climático representa menos agua y más sol. Sin embargo, no es lo mismo pues careceremos del tumulto que significa la presencia de mucha gente y la “locura” representada por los muchos vehículos que circulan por las calles de la zona. Muchos de los jóvenes malabaristas que trabajan en las esquinas partirán en busca de nuevas esquinas y de más manos dispuestas a entregarles su “sueldo” bajo el sol. Las playas quedarán semivacías hasta tornarse solitarias, la naturaleza se vestirá de un verde más intenso y los establecimientos educacionales abrirán sus puertas, nuevamente, con una serie de incertidumbres por delante. En resumen, nuestras vidas retomarán su ritmo habitual, a veces hasta somnoliento, a veces hasta de rutinas insoportables.
A juzgar por el calvario que significan los pronósticos de crecimiento para el país durante 2020, las pymes deberían continuar sufriendo pero siempre y estoicamente, con la esperanza de crecer poco a poco para retomar o tratar de retomar su ritmo habitual o, al menos, para mantenerse en pie. Para eso, no existe otra fórmula que luchar incansablemente pues arriba no hay tiempo para nosotros. Allá, donde se reúnen los grandes personajes, los de lujo, los que siguen al pie de la letra las instrucciones de sus partidos, no hay tiempo para nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes. Pero, ahora, con la diferencia que representan el actual y el próximo año, ambos cargados de elecciones políticas y, por lo mismo, de más discusiones, promesas , discursos, aparición de antiguos y nuevos candidatos a todo, sonrientes y con apretones de mano, besos, palmoteos en el hombro y abrazos que aseguren nuevos períodos de cualquier cosa.
Felicidades a todos. Recién hoy completamos el primer mes pero ya sabemos cómo continúan las rutinas habituales, especialmente con elecciones de por medio. Ustedes comprenden ¿verdad?