Oriundo de Villarrica, estudió en la Escuela Misional y en el Colegio de Humanidades, luego en la Universidad Católica de Temuco. De allí egresó Luis Beltrán Lagos (62), como profesor de Educación Básica, emigrando a Coñaripeen 1980,por asuntos de trabajo y se quedó para siempre.
Casado, 1 hijo médico siquiatra en Concepcióny una hija educadora diferencialen la Escuela “Alma Mater” de Panguipulli, Luis Beltrán,es cordial y buen conversador, agradecido de la vida que le ha sometido a duras pruebas. Hoy, jubilado por razones de saluddespués de 38 años de docencia, disfrutade la lectura, la música yel deporte.
Dirigente deportivo
Luis Beltrán es también un apasionado del fútbol y por muchos años fue dirigente del Club “El Luchador” de Coñaripe, campeón nacional amateur en 2009. “Tengo muy buenosrecuerdos del club, he conocido a personas muy buenas, con algunas de las cuales aún hoy conservo buena amistad, en un plano de respeto mutuo. Cuando he estado delicado de salud ellos siempre han estado preocupados y atentos conmigo, lo que agradezco mucho”.
Hablando del fútbol profesional el profesor tiene una opinión clara: “Es un negocio muy rentable para algunos, ya no interesan el socio y el hincha. Interesa sólo ganar dinero. La esencia del juego y del deporte se ha perdido. Es una lástima y eso se nota claramente en el fútbol profesional actual, con falta de organización y de control. Hay mucha violencia en algunos grupos de hinchas”, comenta.
Ausencia de valores
Su mirada a la educación actual es penetrante. “Todo pasa porque se han ido perdiendo valores básicos en la familia y por eso algunos jóvenes creen que es mejor destruir que construir. Todo el sistema hace que niños y jóvenes (también adultos), sean muy exitistas. Falta humanidad porque no todo lo importante es lo material, las metas, los éxitos”, subraya.
Y prosigue comentando: “Hay una gran falla en la educación que con este sistema capitalista fomenta el individualismo y los niños pasan a ser sólo números. Ahora, con el trabajo de sus padres, los niños se van criando solos, en la calle o con la televisión. Antes era la mamá quien criaba y guiaba a los hijos”.
Cantidad o calidad
En una breve comparación, Luis Beltrán recuerda que en los años 80, “el profesor era autoridad y referente en la vida de niños, padres, apoderados y adultos de la comunidad. Eso se ha perdido. En sectores rurales los profesores debían hacer de padres y madres, paramédicos, sicólogos y hasta de manipuladores de alimentos.
“Me pregunto, -dice- ¿qué queremos hoy,cantidad o calidad?Creo que debe haber un equilibrio y no sólo cantidad, aunque obviamente un ingreso más en la familia es algo bueno, pero debe ser compatible con la formación de los hijos”.
Escasas expectativas
“Recuerdo que en esos años (70-80) enCoñaripe, la que quiero mucho, los jovencitos no tenían mayores expectativas después de la escuela. Los jóvenes sólo pensaban irse a trabajar a la madera como sus padres. Las niñas en casarse y tener hijos. Después esa mentalidad fue cambiando. Hay profesionales que salieron de la escuela local, uno de ellos es mi hijo”, expresa Luis con indisimulado orgullo.
En el plano personal, Luis Beltrán expresa que siempre ha tenido fortaleza para superar desafíos vitales que ha vivido. “Tengo gran espíritu de lucha, lo que heredé absolutamente de mi madre”.
“He debido enfrentar varias enfermedades críticas, muy graves,de alguna de las cuales aún no supero del todo y siempre he contado con el apoyo de mi esposa e hijos lo que sumado a mi fuerza de voluntad, me ha permitido salir adelante. He tenido un cambio de mentalidad para encarar la vida”, concluye el entrevistado de hoy.