¡¡¡Por Dios!!! ¿Qué es lo que nos está sucediendo? Che Copete, humorista o comediante invitado al Festival de Viña del Mar, aparece en las redes sociales acusando al periodismo nacional por contaminar el ambiente, por ofender, por criticar, por predisponer el ambiente para que los artistas, básicamente, los humoristas nacionales fracasen en Viña. ¡¡¡El Che Copete!!! Años, décadas riéndose y burlándose de gays, de alcoholizados, transformándose en el “guaripola” de quienes usaron su trabajo, las pantallas de televisión y los escenarios para burlarse de quien se le cruzara.
Y a propósito del festival, ¿qué ocurre con el audio que sube y baja sin mayor explicación? ¿Qué pasa con los aplausos pre grabados? ¿Cuál es el miedo a Chile y los chilenos? Nuestra máxima fiesta de la canción está siendo ¿censurada? Si es así, si es verdad lo que comentan los medios de comunicación nacionales, significa que el festival está entrando en su fase de descomposición, desvirtuándose, muriéndose lentamente. Llegar a ese nivel así lo demuestra. Ni pancartas, ni nada. Que se escuche lo que se desea y nada más. Ningún grito más. Para eso están los aplausos grabados, bajar el sonido y otras mañas que son claves para mostrar una imagen que no corresponde a la que se vive en la Quinta Vergara.
Lo que dijo Che Copete es inaceptable para todos los chilenos que entienden el derecho básico a informarse, a tener opinión, a expresarse, a oponerse o a estar de acuerdo. El comediante estuvo en el festival de Villarrica, años atrás. Casi displicente, subió al escenario con una rutina que el artista debe haber sabido que no resultaría. Pero la trajo igual y la puso en escena igual. Lo salvó la lluvia porque hubo que suspender su show justo cuando la gente pifiaba con rabia.
Hay tensión en torno al festival de Viña. Muchos eventos similares pero de menor envergadura fueron suspendidos este verano, entre ellos el de Villarrica. Se fue prudente, según nuestro concepto.