Hoy, hace una década del 27 F, uno de los terremotos más fuertes que tiene registro la historia de Chile, sacudió fuertemente varias regiones del país. En Villarrica, ¿Qué pasó esa noche? ¿Cómo se activaron los equipos de emergencia? ¿Cómo actuaron las instituciones? ¿Qué pasó con aquellos lugares destruidos? Lo conoceremos en los relatos de quienes fueron protagonistas de esa triste noche donde la naturaleza nos enseñó su poder, y en imágenes, de cómo está todo en la actualidad, en el reportaje preparado para hoy jueves y mañana viernes.

Víctor Bahamondes, Técnico en Enfermería del SAMU, base 9 Villarrica, quien esa noche junto a otros dos colegas, estaba de turno.
¿Cómo comenzó ese turno?
“Bueno, ese turno comenzó como cualquier otro, donde como era habitual estábamos en nuestro container ubicado en la parte posterior del hospital viendo tele unos y otros escuchando música, cuando comenzamos a sentir que nuestro espacio empezó a moverse, movimiento que fue en ascenso, salimos al exterior y era impresionante cómo se movía la tierra, para que me comprenda, era ese movimiento como cuando uno sacude una frazada,… ¡era impresionante! Se cayeron los servicios, quedamos a obscuras, no había comunicación radial… no sabíamos qué era lo que pasaba. Cuando ya paró el movimiento, nos dirigimos al interior del hospital a prestar apoyo, recogiendo equipos que estaban en el suelo, hasta que llegamos a urgencia donde en ese momento entraba una persona en paro a quien de inmediato prestamos ayuda”, señaló Bahamondes.
¿En qué momento son despachados a calle Trekalen?
“Estábamos trabajando en urgencias cuando llega Bomberos a decirnos que necesitaban ayuda en calle Trekalen, que un cerro se había venido abajo. No teníamos comunicación con nuestra base en Temuco, así que actuábamos sobre la marcha y seguimos a Bomberos y al llegar al lugar… (Guarda silencio) ver ese panorama fue fuerte porque nos enfrentamos a una emergencia con varias personas atrapadas. Se nos informó que había personas fallecidas… (Se emociona). En ese momento era hacer lo que sabemos hacer, ayudar a las personas y así lo hicimos todos los que ahí trabajamos, nos enfocamos en hacer nuestro trabajo para el cual nos habían preparado”, relata Víctor.
En la historia fotográfica de es noche hay una imagen suya llevando a un niño que estaba atrapado entre los escombros ¿Cómo fue ese momento, qué pasa con el ser humano, no el profesional?
“¡Ufff…..! Fue emocionante porque a la primera casa que llegamos fue donde lamentablemente falleció una menor y un persona adulto mayor. Luego seguimos trabajando donde estaba este pequeño con otro familiar, enterrados, pero vivos, pues estaban en lo que llamamos el ‘triángulo de vida’, luego viene el trabajo de Bomberos quienes sin contar con las herramientas necesarias hicieron una labor impresionante, hasta que logran sacar a estas dos personas y el pequeño comienza a pasar de mano en mano en una cadena humana y soy yo el que lo recibe para llevarlo a la ambulancia… (Emoción, sus ojos se ponen llorosos). Al revisarlo, nos damos cuenta que no tenía mayores lesiones, era algo impresionante, estuvo bajo escombros con parte de su cuerpo enterrado y no le pasó nada”, dice el paramédico.

¿Cuándo termina el trabajo, cómo fue volver a su casa?
“Ya, cuando nuestro turno terminó, yo debía viajar a Temuco a mi casa, no habían buses, recuerdo que como a las 11:00 salió un bus pero iba mucha gente y a mi me llevaron en la puerta, vieron mi uniforme. Cuando llegué no había locomoción, tuve que caminar hasta llegar a mi casa y abrazar a mi esposa de quien no había sabido nada… fue gratificante poder abrazarla y saber que ella y mi hijo, que estaba en su vientre, se encontraban bien…., relata emocionado.

David Castillo Morales, hoy Sargento 2º de Carabineros, hace 10 años carabinero dotación de la 7ª Comisaría de Villarrica.
¿Dónde estaba usted en el preciso momento del terremoto, cómo recuerda esa noche?
“Esa noche, junto a otros dos colegas, estábamos en el cuadrante 2, en el sector de Segunda Faja, donde una de las cosas que recuerdo fue que después de las 22:00 horas hizo mucho calor, algo inusual para esa fecha. Cuando comienza el movimiento, pensé que había sido alguien que nos había empujado el carro, pero luego viene otro remezón, fue ahí cuando la unidad comenzó a deslizarse y no era posible detenerla, a pesar de que estaba el freno puesto. Cuando ya pasó eso, lo primero fue tratar de saber qué pasaba. Mi superior en ese momento logra comunicarse con su esposa y sólo alcanza a decirle unas palabras y se corta la llamada… yo trato de hablar con mi familia pero fue imposible. Después de unos minutos, las personas comenzaron a salir de sus casas y caminaban hacia la pista de patinaje, llevaban bolsos y ropa, todos pensaban que era el volcán que haría erupción, era un caos porque nadie sabía qué era lo que pasaba…”, comenta el uniformado.
¿Cuándo los destinan a calle Trekalen?
“Luego de algunos minutos recibimos comunicación radial indicándonos que nos traslademos a ese lugar porque se había venido abajo un cerro. Nos dirigimos allá, igual con angustia porque en ese entonces había un colega nuestro que vivía junto a su familia. Al llegar al lugar y ver ese escenario… ahí yo sentí la responsabilidad… en este caso de ser carabinero, de ocupar este uniforme pero (Guarda silencio) sentí miedo, mucho miedo, pena al ver cómo la naturaleza le quitaba la vida a dos personas, entre ellos una niña pequeña. En mi trabajo había vivido otras situaciones pero ese momento fue impactante, y con toda claridad le digo, a mi me marcó porque ver cuando la maquinaria que llegó al lugar movió los escombros y aparece el cuerpo de la pequeña, ver a sus padres y no poder hacer nada para consolarlos, reitero, sin duda, como carabinero, el 27 F es la experiencia más fuerte que me ha tocado enfrentar…, finaliza diciendo David Castillo Morales, visiblemente afectado.
