El pasado domingo 1 de marzo, fieles chilenos y argentinos se reunieron en el Paso Fronterizo de El Tromen (o Mamuil Malal), a los pies de la imagen de Cristo crucificado, para celebrar la septuagésima Eucaristía por la paz y unión entre ambas naciones, Misa que se desarrolla desde el 26 de febrero de 1950, cuando el primer Obispo de Osorno, Monseñor Francisco Valdés Subercaseaux, bendijo la imagen. Más adelante, esta Eucaristía se ha transformado en la ocasión para recordar la mediación de San Juan Pablo II en el conflicto limítrofe por el Canal Beagle, entre Chile y Argentina, y que concluyó con la firma del Tratado de Paz y Amistad en 1984 que evitó la guerra entre ambas naciones.
En esta ocasión, la celebración fue presidida por el Obispo de Neuquén, Fernando Croxatto, y por el Obispo de Villarrica, Francisco Javier Stegmeier, en compañía de sacerdotes y diáconos de ambos países.
El obispo señaló que “venimos también cargados con todo lo que vivimos de un lado y del otro, tantas tensiones y conflictos, para que como cristianos los pongamos delante del Señor, como invitados a entrar en este desierto con Jesús, que es un trabajo en el corazón. Porque sabemos que afuera hay muchas guerras, pero que el mayor combate lo tenemos adentro nuestro”.
Finalmente, Monseñor Croxatto, invitó a que “este tiempo sea de sacar la Palabra de Dios en nuestras casas. Cuando estoy caído y no sé que hacer, acá está, en la Palabra de Dios está la fuerza, la luz, la gracia”.
Al final de la Eucaristía, un grupo proveniente de Osorno entonó un himno al Siervo de Dios Francisco Valdés Subercaseaux, gestor de este encuentro. Luego, dos parejas de huasos bailaron un pie de cueca y por último, todas las comunidades se quedaron para compartir un almuerzo. Las principales parroquias provenían de Junín de los Andes, Curarrehue, Pucón, Villarrica y Loncoche.