¿Han escuchado hablar de los medios de comunicación panfleteros? Bueno, son aquellos que no tienen como patrón o columna vertebral la intención de informar objetivamente sino que, al contrario, se deben casi exclusivamente a sus convicciones e intereses partidarios por lo que la objetividad y la necesidad de la población de obtener una información veraz, real, carente de camisetas políticas, pasa a un total segundo o tercer plano. Sin duda alguna que tales medios son altamente perjudiciales y hasta peligrosos porque no trepidan en tergiversar una noticia en el afán de convencer a la gente desviándola de la verdad, encaminándola hacia sus propósitos partidistas que, de alguna manera, influyen en quienes los siguen. Normalmente existe la tendencia a creer todo lo que se escucha o lee, con mayor razón ahora que tenemos las redes sociales a mano, por lo que es muy común escuchar “lo dijo tal radio”, o “lo vi y escuché en la televisión” y, también, “lo leí en el diario o en alguna red”. Tales comentarios dan por cierto lo escuchado, visto o leído, sin que las personas se fijen quién o quiénes están detrás de las noticias. Si nuestros lectores supieran, la verdad es que aquellos medios panfleteros son capaces de todo, sin compasión, sin ningún pudor o vergüenza. Mienten descaradamente, tergiversan de acuerdo a sus propios intereses, generalmente políticos, se entregan a sus propias causas, se venden por poco y se esa forma contribuyen a desinformar o a mal informar a la comunidad.
¿Se dan cuenta lo peligrosos que son? En nuestra propia zona puede haber ejemplos de aquello y es cosa de darse cuenta del fanatismo con que plantean sus programaciones u objetivos. Ante ese mal evidente, conviene estar siempre atentos, siempre en guardia para no dejarse engañar o manipular por nadie. Siempre hay que preferir aquellos medios objetivos que son capaces de publicar todas las opiniones aunque no coincidan con las del propio medio que cede el espacio. Los fanatismos constituyen un mal mayor, vengan de donde vengan. No lo olviden nunca, por favor.