En las conversaciones que se publican habitualmente en estas páginas, han desfilado personas que se dedican o lo han hecho en el pasado a diversas actividades y profesiones. Pero, pocas veces hemos tratado de escudriñar en la vida de una dueña de casa.
Doña María Luz Lagos Ramírez (73), hace 30 años separada, 3 hijos, dos mujeres, un hombre, 5 nietos, es una mujer de carácter, vivaz y de alegre conversación, nacida en Pucón, a los 8 años llegó a vivir a esta ciudad con su familia. Su padre fue ferroviario y fue destinado a Villarrica.
Estudió en la Escuela Técnica, que hoy es el Colegio “Alberto Hurtado”. “Siempre fui dueña de casa, criando hijos y ahora ayudando con los nietos. Como mi mamá, he sido muy exigente y estricta siguiendo la costumbre de mis padres. Mis hijos me lo agradecen, estoy muy contenta con ellos y me considero feliz”.
Coronavirus
María Luz prosigue: “Siempre digo que hay que cuidar mucho el trabajo, sobre todo ahora como está la situación. Hay que confiar en Dios”, dice. Está consciente que se viven momentos muy difíciles por la pandemia del coronavirus y por los sucesos del 18 de octubre. “Del coronavirus hay que cuidarse mucho y hacer caso a las instrucciones de las autoridades, que son muy claras. Ojalá que esa enfermedad no siga aumentando”, dice.
Entre sus aficiones, aparte del tejido, el bordado y la cocina, expresa que “siempre me ha gustado escuchar música por la radio. Me encantan las canciones románticas y una de mis artistas preferidas es Nana Mouskouri. Soy auditora de la emisora “Correo del lago” como antes fui de la “Parque Nacional”. ¿Qué será de esa radio?”, se pregunta.
Gente amable
Al derivar la charla a tiempos pasados, María Luz Lagos apunta que “antes había más comunicación en las familias. Se conversaba más, lo que era muy bueno. La gente era mucho más amable y cooperadora. Ahora manda el celular. Las tecnologías son buenas, pero son negativas cuando aísla a las personas”.
Agrega que “antes las familias funcionaban mejor, había buenas costumbres y mucho respeto por los demás, lo que nacía de la formación familiar. Había más disciplina, los hijos obedecían a sus padres. Ahora todo está cambiado. La gente habla con muchos garabatos, en especial las niñas colegialas, da vergüenza ajena, no sé qué hacen sus padres”.
Abuelos y televisión
“En otros tiempos se aprendía mucho de los abuelos y no de la televisión. A mí mamá le gustaba mucho leer, quizás por eso mi hijo, profesor, es muy bueno en eso. Claro que también la vida era difícil, cuando era escolar había niños que iban descalzos a la escuela y después usaban zapatos de plástico que duraban muy poco, ahora se ha progresado mucho en el país”, comenta.
“En estos tiempos la situación en Chile está muy mala, porque está “mal pelado el chancho”. Los políticos hacen poco o nada en beneficio de la gente más pobre, se olvidan porque ellos tienen buena situación”, opina María Luz. “Pienso que algunos jóvenes que han estudiado y tienen una profesión, se creen mejores que el resto, se ponen arrogantes y soberbios, creen saberlo todo y no tienen mayor experiencia de la vida”.
Futuro próximo
¿Qué piensa del futuro próximo? “Aunque soy más bien optimista, he ido cambiando. No se respeta a nada ni a nadie, hay ataques a la policía, hay saqueos y violencia en las calles, todavía funciona la puerta giratoria, está todo al revés. También hay mucha violencia contra las mujeres, pero algunas protestan a pecho descubierto, provocando, es increíble2.
“El domingo 8 muchos niños con sus mamás protestaban encapuchados. Creo que si es justo lo que se pide debería ser a cara descubierta”, comenta. “Yo vivo con temor, porque no se sabe en qué irá a parar todo esto”, concluye.
¿En la vida cotidiana, qué echa de menos? “Bueno, sería importante que hubiese un Consultorio en Vista Hermosa y falta más frecuencia en la locomoción, hace 20 años pasaban los colectivos”, concluye María Luz Lagos.