En esta zona lacustre y precordillerana de Villarrica, Pucón y Curarrehue, hasta ayer todavía no se han hecho sentir los efectos sanitarios más directos del coronavirus y Covid-19 más importantes.
Decimos esto porque, de acuerdo a las informaciones oficiales, el virus se irá extendiendo durante todo el siguiente mes de abril hasta alcanzar el peak a fines de ese mes y principios de mayo. Por tanto, sería poco realista pensar que no llegará a nuestra zona.
Lo anterior no significa que a la fecha la agresiva enfermedad no haya generado ya algunos efectos, tanto en lo netamente sanitario cuanto en lo económico y comercial. Al respecto, ha sido valiente y arriesgada la medida de los tres alcaldes respectivos de decretar el cierre de sus comunas en los últimos días.
Los mismos alcaldes han declarado carecen de facultades legales y administrativas para hacerlo. Por eso, las comunidades lacustre y precordillerana, valoran esa actitud en orden a tratar de proteger anticipadamente a la población y, por ello, las están respaldando mayoritariamente.
Asimismo, los jefes comunales de Pucón, Villarrica y Curarrehue han reiterado a personas de otras regiones a que hagan abandono de esta zona antes de las 22 horas de hoy miércoles. Por lo demás, esa decisión ya había sido adoptada por las autoridades nacionales el domingo pasado para todo el país.
En lo que toca al comercio minorista y algunos servicios, evidentemente la epidemia está causando problemas serios también en nuestra zona derivados de la necesidad de que las personas se aíslen en sus domicilios. Por tanto, el comercio y los servicios han visto bajar una enormidad lo que afecta seriamente a esos comercios, micro pymes, pymes y emprendimientos, y repercute fuertemente en el empleo.
Como surgen algunas críticas por lo que algunos consideran demoras del gobierno en adoptar medidas de cuarentena total, más cordones sanitarios y bloqueos de comunas, es conveniente tener en cuenta lo que expertos economistas han señalado: Una cuarentena y confinamiento total, pondría en grave riesgo la cadena de indispensable abastecimiento.
Al respecto, si eventualmente cesara la producción de bienes de primera necesidad, el país podría soportar esa situación alrededor de sólo uno a dos meses.
Lo que más importa ahora es mantener la unidad, la responsabilidad y solidaridad de cada uno de los chilenos y residentes permanentes para poner en práctica las medidas dispuestas y comunicadas como una sola voz por las autoridades del país.