Ni siquiera las naciones más poderosas del orbe están exentas de enfrentar serias dificultades en la lucha contra la pandemia por coronavirus y Covid-19. Es lógico entender entonces que nuestro país no escapa a esa cruel realidad.
Desde el punto de vista humanitario, el más doloroso y trascendente, es muy lamentable la pérdida de vidas cuyos indicadores crecen cada día. Es el daño final inevitable que causa la enfermedad Covid-19 como se advirtió desde el principio por el mundo científico, técnico, el gobierno y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La corta experiencia ante una enfermedad nueva e imprevisible, ha llevado a Chile a instalar barreras epidemiológicas con distintas modalidades y estrategias. El trabajo de nuestro país en general está siendo bien reconocido por importantes círculos científicos, la OMS y prestigiosos medios de comunicación internacionales (BBC).
Las medidas preventivas adoptadas por Chile han sido ampliamente comunicadas a la población. Varias de ellas sin duda afectan algunas libertades individuales que se han flexibilizado con permisos especiales. Pero las principales medidas de resguardo como confinamiento hogareño, cuarentenas voluntarias o cuarentenas obligadas y priorizadas, aduanas y cordones sanitarios, ausentismo laboral, etc., son disposiciones que deben respetarse a toda costa.
Conciencia y responsabilidad
Lo principal es la conciencia de cada persona para asumir la crisis y aceptar las medidas con la mayor responsabilidad. No obstante, se ha comprobado que todavía hay muchas personas que no están acatando esas normas transitorias. No existe ninguna forma de ganar la dura lucha contra la pandemia si no es con la cooperación de todos manteniéndose en sus domicilios, evitando agrupaciones e impidiendo así la propagación acelerada del virus.
Semana Santa
En el plano práctico, se han visto aglomeraciones algunas explicables por la ansiedad que genera la situación lo que se debe tratar de controlar. Ahora, ante la proximidad de Semana Santa la máxima autoridad del mundo católico, el Papa, ha ilustrado personalmente cómo deben cumplirse en soledad los instructivos sanitarios de aislamiento total en actos litúrgicos.
En Chile la autoridad sanitaria ha reiterado que las reuniones no deben exceder a 50 personas, lo que con el paso del tiempo resulta contradictorio con las demás indicaciones. Debería plantearse la obligación de no celebrar reuniones de ningún tipo y reducir los permisos para circular a las personas.
Mascarillas
Así como en recursos médicos indispensables camas, ventiladores mecánicos y pruebas de diagnóstico, además de las provisiones precoces del gobierno se está contando con la invaluable cooperación de entidades profesionales, laboratorios privados y empresas, está la necesidad de contar con otros insumos de uso masivo.
Al inicio de la pandemia se conocieron criterios técnico-científicos que no atribuían a la mascarilla un papel preponderante para evitar infecciones. Sin embargo, hoy esos criterios han cambiado y se entiende que su uso es prudente y útil para atenuar la posibilidad de contagio. Por tanto, se abre una importante opción de reconversión para emprendedores y pymes a la fabricación de mascarillas.
En el caso de ventiladores mecánicos ya se trabaja en la adaptación de equipos para anestesia para su empleo como ventilador, además de una partida que se obtendrá en Chile. Otro tanto sucede con equipos de ventilación veterinaria, cuyos profesionales han ofrecido su apoyo.
Posible rebrote
No hay que olvidar que el máximo de la curva (peak) de la enfermedad sólo se alcanzaría en el mes de mayo y que no se descarta que en junio y hasta en noviembre pudieran aparecer rebrotes de la enfermedad. Por eso no hay que bajar la guardia, menos en esta etapa.
Es imprescindible, por tanto, evitar que la laxitud en la aplicación de las disposiciones vigentes y otras futuras se apodere de las personas y se debilite así la férrea decisión de encarar con unidad y disciplina el terrible efecto para la salud humana del corona virus y la Covid-19.