Se asegura que la humanidad, producto de la pandemia mundial, cambiará radicalmente. Se dice que nada será igual y que, felizmente, la mente humana pensará, razonará y actuará distinta. ¿Será posible? Porque ello significa superar el egoísmo, vencer la ambición, repartir lo que tenemos y, especialmente, aquellos que son poseedores de grandes fortunas, inútiles frente a la muerte, innecesarias ante la tremenda adversidad. ¿Seremos capaces? Porque aquello de cambiar nuestras mentalidades significa abrazar a nuestros vecinos, ser más sociales, ser más humanos, por ejemplo, frente a nuestros trabajadores. ¿No es verdad?
Seamos realistas y conversemos de frente. Lo más probable es que el mundo cambie, que los habitantes que habitan cada rincón de la Tierra experimenten cambios positivos, reales y maravillosos. Pero, ¿creen ustedes que los gobernantes del planeta, cambiarán? ¿Piensan ustedes que los partidos políticos optarán por el camino de los acuerdos en bien de la gente? ¿Se imaginan a ustedes en Chile, por citar un ejemplo concreto, que la derecha y la izquierda dejarán de enfrentarse por estupideces privilegiando los intereses del pueblo chileno? ¿Se podría creer que el Sr. Trump dejará de hacer las ridiculeces de siempre pensando, en su caso, no sólo en sus connacionales sino en la humanidad entera?
Sin ir más lejos, luego que logremos vencer la pandemia, vendrán tiempos dificilísimos. La falta de dinero y trabajo serán evidentes y crueles. Las familias se verán, literalmente, azotadas por la escases de circulante. Hará falta todo el amor del mundo, todas las reservas de humanidad y comprensión para lograr salir adelante, aunque sea a medias. Será necesaria toda la fuerza interior a la que podamos apelar para levantarnos y ayudar a levantar a los demás. ¿Será posible? ¿Lo lograremos? ¿Nos uniremos como uno solo para mirar el horizonte con más optimismo?
Será difícil, muy difícil. Seguramente, muchos no podremos evitar las lágrimas pero siempre entendiendo que llegó la hora de luchar con más empeño que nunca porque tras nuestro hay familias, hijos, madres, nietos, etc., que proteger, cuidar y amar. Un tremendo abrazo para todos.