Han pasado 21 días desde que en la zona lacustre se encendieron las alertas con respecto a tomar las medidas de higiene y seguridad para evitar el contagio del Coronavirus. Si hacemos un recuento, en Villarrica el primer contagiado se reportó el sábado 14 de marzo, quien venía desde la Región Metropolitana. Tras este anuncio, paulatinamente la comunidad comenzó a tomar conciencia de que el virus había llegado a Villarrica y la zona, la gente comenzó a quedarse en casa. En el caso de salir, usar mascarilla y guantes, el comercio comenzó a tomar restricciones en sus ingresos, la locomoción pública bajó su afluencia de recorridos llegando a cero en algunos casos y la comunidad empezó a prepararse para enfrentar esta pandemia.
Pues bien, a pesar todo lo anterior y de haber habido casi dos semanas en las cuales se veían muy pocas personas en el centro de la ciudad, la mayoría haciendo filas en los supermercados y bancos, la jornada del domingo se podía caminar por las diversas calles de la ciudad y éstas se encontraban vacías. Ayer lunes, se vio una situación completamente distinta, donde se apreció un aumento considerable de personas en las calles, si bien algunas usando mascarillas, se podía apreciar a adultos mayores sin ningún resguardo de sus vías respiratorias, haciendo fila en la Caja Los Héroes para poder cobrar sus pensiones, no respetando el metro de distancia solicitado por la autoridad. Se observaba gente joven deambulando las tiendas sin tomar conciencia de que el virus ya está en nuestra zona y que es tan minúsculo que no se puede apreciar, sin conciencia que muchos pueden ser portadores sin presentar síntomas y contagiar a personas de alto riesgo, como son los adultos mayores.
En este recorrido nos encontramos con Katalina, una docente, quien relató “soy profesora y me vi en la obligación de salir de mi casa para poder hacer entrega de material de estudio a mis alumnos, pues muchos de ellos no cuentan con acceso a Internet, algunos ni siquiera tienen un computador, así es que de mi bolsillo estoy costeando la impresión de guías y material, para que ellos puedan estudiar en sus hogares”.
Esteban, quien estaba esperando en uno de los asientos de Camilo Henríquez, al consultarle qué hacía fuera de su hogar, declaró “he cumplido la cuarentena, pero hoy me vi obligado a salir de mi casa a hacer trámites”. Al preguntarle el porqué no llevaba alguna medida de protección, este transeúnte expresó “una, es que no hay stock de mascarillas adecuadas y las que se están vendiendo en el mercado formal o informal no sirven”.
Ingrid, otra entrevistada, dijo que “estoy con licencia médica y tuve que venir a dejársela a mi empleador, no me quedó otra tuve que salir de mi casa”. Cabe mencionar que esta persona circulaba también sin ninguna medida de seguridad.
Berta Pino, dijo que “me vi en la obligación de venir a la compañía de teléfonos pues extravié mi equipo celular y debo conseguir uno nuevo. El trámite debo hacerlo en forma presencial”. A diferencia de los otros dos entrevistados, esta vecina, mientras esperaba su turno para ingresar al lugar donde iba, se encontraba con su respectiva mascarilla.
En resumen, el llamado es nuevamente a cuidarse porque por más llamados y medidas que tomen las autoridades, y no las respetamos, tristemente podremos observar cómo diariamente el número de contagiados con Covid-19 aumentará cada día.