Deseamos denunciar con firmeza y sin temor alguno a aquellas autoridades que con su actitud se niegan a someterse a entrevistas que como emisoras y diario y que, según nuestro criterio, tienen la obligación de aceptarlas. Estamos conversando de diputados y senadores que ni siquiera nos contestan el teléfono. Insistimos en nuestro intento pero la respuesta es siempre la misma: no responden. Aclaramos que con las autoridades locales, tales como alcaldes, jefes de servicios, seremis de gobierno, etc., la comunicación ha sido fluida y rápida, informativa, completa y amable. Pero, con los de arriba no hay caso.
Denunciamos que se olvidaron hasta de sus propios electores, atrás quedaron los días (antes de las elecciones) en que aceptaban entrevistas, visitaban los medios locales, nos trataban de tu y nos palmoteaban los hombros. Todo eso ya no existe. Conocido es el caso de algunos, felizmente de otras regiones, que se han transformado en panelistas estables de los canales de televisión, que se lucen, se muestran y aprovechan esta gran oportunidad, esta tremenda opción que les está dando el coronavirus.
Denunciamos que ya no les interesan nuestros problemas, que se olvidaron de nuestros nombres y apellidos, que ahora viven en otro mundo, quizás provocado por el hecho de que ellos (diputados y senadores) están viviendo sólo uno de los dos problemas que viven los demás ciudadanos de la Novena Región: centran sus esfuerzos en no contraer el COVID-19, lo que es absolutamente razonable, pero no tienen la preocupación de ingresar al reino de los cesantes, no saben de crisis económica, no viven el repartirse lo poco que hay entre los muchos, que a veces, integran una familia.
Denunciamos que estamos solos, abandonados, acompañados de nuestras autoridades locales a quienes, incluso, podemos criticar a través de las redes sociales. Hacerlo con reproches a esa clase privilegiada que integran diputados y senadores es perder el tiempo porque, seguramente, no las leen, les interesan o no desean complicarse la vida.
Se olvidan que llegará el día de nuevas elecciones y que, al menos nosotros, no estamos perdiendo el tiempo porque los estamos observando, evaluando y sacando conclusiones para tener claro el panorama respecto a qué decidiremos para cuando vuelvan a pedirnos los votos.