Por: Max Wenger, periodista
Los análisis de especialistas internacionales en materias económicas y financieras, al igual que en Chile, coinciden en que las consecuencias de la paralización de la actividad económica a raíz de la pandemia del corona virus, son en extremo preocupantes.
El economista Oscar Landerretche (ex presidente de Codelco, 2014-2018)), ha dicho que “los coletazos” de la pandemia en lo económico y social, podrían tener dimensiones y efectos catastróficos. En entrevista a El Mostrador dijo que –como lo están haciendo otros países- es necesario ir reactivando con mucha cautela y de modo gradual determinadas actividades comerciales y productivas para prevenir y atenuar las dificultades posteriores que experimentará la economía.
En otro plano, actualmente, si alguien pudiera pensar que debido a la grave crisis de salud pública las manifestaciones sociales de protesta quedarían en el pasado, estaría incurriendo en una equivocación. Últimamente se han conocido por redes sociales y algunos medios, declaraciones y llamados a reanudar las protestas del 18-O. Por ejemplo, para hoy y mañana convocaron a un paro nacional de actividades.
Y ayer domingo, un grupo de unos 50 manifestantes vistiendo overoles blancos se congregó en Plaza Baquedano de la capital, para expresar su protesta por lo que denominaron “medidas insuficientes” del gobierno en lo sanitario y por el “incremento del desempleo”. Un vocero anunció que cada lunes y viernes, repetirán ese tipo de manifestaciones.
Entre las agrupaciones que buscan reanudar protestas y paros, están la Coordinadora Feminista 8M, el Sindicato SIL de Trabajadores de Wallmart; Organizaciones Unidas por Chile (OUCH); Primera Línea Revolucionaria Chile; Movimiento Internacional de Trabajadores (MIT); Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y otras. Rechazan la apertura de centros comerciales, la vuelta a clases y el retorno de funcionarios públicos a sus actividades.
También se oponen a la llamada Nueva Normalidad, concepto surgido en Austria y adoptado luego por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El grupo feminista 8M emitió un manifiesto con la consigna “¡A la normalidad no volvemos más!”
De concretarse estos llamados, podría generarse violencia y con ella una situación caótica. El tenaz combate al Covid-19 y los esfuerzos por recuperar la economía y los empleos perdidos, se podrían ver gravemente amenazados dejando al país sumido en el dolor y la oscuridad.