Desde la Catedral de Villarrica realizaron un saludo en el Día del Trabajo que dice lo siguiente:
“Hermanos, en el día de los trabajadores, saludo a todos los que desempeñan un trabajo, mujeres y varones, en un contexto difícil por el azote de la pandemia. Todos nos complementamos, nadie puede decir que ‘mi trabajo’ vale más o es más importante que otro, todos nos debemos e implicamos, por lo mismo, hemos de valorar y agradecer el trabajo que realizamos, porque en él nos dignificamos.
El trabajo no es un castigo ni es una alienación, sino que es el medio por el cual la persona se dignifica y se realiza como ser humano (cf. Génesis 3,19). El trabajo dignifica a la persona humana y, además de ser esencial para el florecimiento de la persona, es también la clave para el desarrollo social, pues el trabajo es una gran responsabilidad humana y social. Por eso, ‘causar una pérdida de puesto de trabajo, significa provocar un grave daño social’ (cf. Papa Francisco, 19 de agosto de 2015).
Lamentablemente, no pocos han perdido su fuente laboral a causa de la pandemia y, por lo tanto, muchas familias sufren porque les va faltando hasta lo necesario. Pedimos la intercesión de San José Obrero, que interceda ante el Señor, para que pronto se detenga el coronavirus y en todos nosotros se perciba con mayor nitidez el espíritu solidario ante las diversas iniciativas de beneficencia a los más necesitados y podamos colaborar para que las fuentes laborales se restablezcan y nos miremos más como hermanos, porque ante Dios poseemos una misma dignidad. Pido al Señor su especial bendición para cada uno de los trabajadores y sus familias”.
Pbro. Andrés Maricán, Párroco de la Diócesis y Catedral de Villarrica.