
La educación chilena vuelve a hacer noticia o, por lo menos a situarse en el debate público. El ministro del ramo ha comentado, nada más que eso por ahora, que puede estar cercano el momento de la vuelta a clases de los escolares.
Es evidente que esa eventual situación sería lo ideal, pero mientras que la pandemia no sea controlada, esa opción debería continuar descartada absolutamente. Una excepción sólo podría darse en regiones o comunas en que la incidencia del Covid-19 es casi nula.
La permanencia de los niños en sus casas los afecta sicológicamente a ellos y a sus familias, tanto porque sus padres no están en condiciones de cuidarlos por razones de trabajo, cuanto porque los menores requieren ayuda para resolver las materias y porque necesitan desenvolverse en un ambiente de cierta rutina y normalidad escolar.
El ministerio de Educación mantiene hoy un sistema de educación a llamado Plataforma Digital a Distancia cuyas herramientas esenciales son el computador y otros medios tecnológicos. Pero también se sabe que un alto porcentaje de niños, (25%) carece de esos medios en sus hogares, por lo que el sistema tiene una cobertura limitada.
La académica Dra. Amanda Céspedes, especialista en siquiatría y en neuro-siquiatría infantil, señala que los niños necesitan contención de parte de los adultos, atención, afecto, cariño y desenvolverse en un ambiente de tranquilidad y serenidad por parte de los adultos, aun cuando estos últimos también están soportando grandes tensiones y estrés.
Se ha visto que los menores están enfrentando además serias dificultades con el sistema digital a distancia y deben recurrir a la ayuda de sus padres para resolver las materias y guías que aborda el sistema digital. A su vez muchos de los padres tampoco pueden hacerlo con propiedad.
Por tanto, ya se advierte que el sistema citado no puede suplir con mediano éxito la enseñanza presencial y la interacción directa entre profesor y alumno y entre los mismos escolares que son fundamentales.
La Dra. Céspedes recomienda fijar horarios acotados (3 horas) para este tipo de enseñanza y dedicar varias horas restantes a la entretención dejando de lado al máximo posible el uso de celulares, computadores y juegos virtuales por los niños y en lo posible por los adultos.
Desde nuestro punto de vista, planteamos que debería descartarse definitivamente el sistema digital de educación a distancia. Sugerimos que en esta emergencia se debería utilizar la televisión pública (TVN), mañana y tarde, con el concurso de profesores y sicólogos, para guiar a los niños con elementos de entretención, lúdicos, juegos de ingenio, adivinanzas y concursos en que los niños según sus niveles puedan participar de modo virtual en sus casas.
De este modo los escolares podrían reforzar sus capacidades de atención divirtiéndose, jugando, todo esto sin evaluaciones ni exigencias académicas ni curriculares de ningún tema.
Ya llegará el momento de retomar los planes y contenidos propios de un proceso de enseñanza y aprendizaje normal.