Pese a la complicada situación de la pandemia del Covid -19, sigue la gran labor de la vecina, Irene Lefiguala, en el comedor San Francisco de nuestra ciudad, grupo de voluntarias de acción social de la Parroquia San Francisco de Villarrica.
Sin duda que es un trabajo de solidaridad con el prójimo digno de destacar de esta mujer, que con tiempo de lluvia, frío o calor, se esmera para no dejar sin un plato de comida a quienes lo necesitan.
“La única vez que falté fue porque me operaron de la vesícula”, recuerda Irene Lefiguala, cocinera voluntaria del comedor San Francisco desde sus inicios, hace 22 años.
“De ahí surgió la idea del comedor, primero para adultos mayores y luego para personas en situación de calle, que son ahora los que más vienen”, comenta doña Irene, señalando que son muchos a los abuelitos que ha debido despedir ya que han fallecido.
De lunes a sábado, esta voluntaria de gran corazón, llega a primera hora de la mañana para poder tener listo el almuerzo a las 12:00 horas, en que se abre el comedor. El menú es variado y cada plato es servido con amor.
Afirma que “como cristiana tengo la obligación de ayudar al prójimo y a la Iglesia. Como materialmente no tengo nada para dar, ni un kilo de azúcar, me toca ayudar de esta manera”.
“La gente es muy agradecida y uno se llena con eso”, señala la cocinera, mientras sirve cada vez más platos.
Y agrega: “El 15 de septiembre cumplo 80 años. Lo único que puedo pedirle a Dios como regalo es que no me enferme para poder seguir haciendo esto, porque es lo más lindo que tengo”.
“Vivo sola, todos mis hijos están grandes y mi nieto más joven está sobre los 30. Lo seguiré haciendo hasta cuando Dios me diga”, concluye esta mujer, que sabe de ser solidaria con el más necesitado.
El Comedor Solidario San Francisco, está ubicado en la Parroquia San Francisco de Asís, Calle Manuel Rodríguez s/n, Villarrica. Horario de almuerzo: De lunes a sábado a partir de las 12:00 horas. Y, recordemos, todo aporte en alimentos no perecibles, frutas o verduras, es bienvenido.