Hasta la hora ha cambiado en las últimas horas. Para bien o para mal, menos mal que la decisión pasa por las autoridades de gobierno y no por la dignísima decisión del Parlamento pues, si así fuera, jamás habría cambio a horario de verano o invierno, según corresponda, pues hasta veto presidencial tendríamos en medio de la batahola. Así cuestan las cosas en Chile, así de difícil es adoptar medidas.
Los más adultos o con más años en el cuerpo, en la mente y en la piel, recordamos con nostalgia aquellos tiempos idos en que todo se hacía con mayor facilidad y en ello, sin duda alguna, porque había mayor comprensión, más tolerancia, la palabra valía más que una firma y ninguna familia se habría permitido dividirse por un tema político, religioso o deportivo. Hoy, nadie lo puede asegurar y, lo que es más, no se puede poner las manos al fuego porque ya son muchos los que han dado la espalda a los suyos debido a temas de esa índole.
¿Era más bella la vida? Decir que sí podría significar que siempre ha sido aceptar la vida como viene, vale decir, con su caudal de injusticias y abusos, con su montón de pasar a llevar, de mirar en menos a los demás y con su cargamento de frustraciones y desilusiones, con sus lágrimas y rebeldías. Entonces, ¿en qué quedamos?
¿Era o no más bella la vida? ¿O lo es ahora que con las mismas lacras que antes, al menos se puede opinar, gritar, protestar, levantar la voz y hacer pesar nuestras voces? Pero eso, perfectamente puede calificarse como una vida más violenta. ¿No es verdad? Se dan cuenta que la vida es una línea fina en que se está en un lado con peligro de caer en el otro o, en su defecto, se está en el otro lado con peligro que se alteren algunas vidas, intereses personales mediante.
Quizás, no transar con el concepto dignidad sea la base de una posible felicidad. No dejarse atropellar sea un elemento que produzca satisfacción personal. Entender, amigas y amigos, qué significan los conceptos libertad, justicia, equidad puedan conducirnos al camino que siempre soñamos, conducentes a la felicidad que se nos ha pretendido negar durante siglos.
FRASES POR CORREO “La dignidad es un concepto que los dueños del abuso no conocen y jamás conocerán. No les es conveniente”.