Referirnos más en detalle al Día del Trabajador radial, que se celebró ayer, es casi una obligación para nosotros. Ahora, reposadamente, corresponde hacer un análisis de lo que ha sido a lo largo de la historia radial el trabajo de miles y miles de seres humanos que con el paso del tiempo se han entregado en cuerpo y alma a esta verdadera droga que es la radio. Nunca ha sido bien pagada esa labor, nos referimos al 95 % de los trabajadores del país pero, sin embargo, cuenta con personas fervientes, leales, incondicionales y dispuestas a entregarse a una verdadera misión que es la de comunicar.
No confundamos, por favor. No caigamos en el error de pensar que se trata del día de los locutores. Para nada pues ellos son sólo un eslabón de la cadena de especialidades que involucran a un medio de comunicación. Radiocontroladores, auxiliares, secretarias, periodistas, reporteros y otros, junto a locutores, forman parte del equipo humano que integra una emisora, cada cual con su rol, todos con una tarea que en el conjunto, forma un engranaje cuya pretensión debe ser llegar a la perfección. Todos importantes, todos vitales, todos seres con una tremenda vocación de servicio. ¿Vocación de servicio? En algún lado lo hemos escuchado. ¿Verdad? Sólo que refiriéndonos a la radio, esa conciencia del rol que se cumple, es real, es fidedigno y honrado.
Con la aparición de la televisión en Chile, en los años 60’, hizo pensar en la pérdida de importancia de la radio pero, lejos de aquello, este medio de comunicación se renovó, lucho y mantuvo su importancia con el transcurrir del tiempo y quienes llevaron las banderas fueron miles de trabajadores radiales en todo Chile, llevando una carga que compartió mano a mano con millones de chilenos que siguieron siendo fieles a la música, a las palabras, a las informaciones, entretención y programas especiales que seguían apareciendo en los aparatos de radio que se escuchan hasta en los lugares más recónditos del país.
Saludamos con emoción, afecto y respeto a todos quienes ejercen labores en las radioemisoras del país. ¡Salud, amigas y amigos! Por ustedes y por sus respectivas familias.
FRASES POR CORREO “Un trabajador radial puede ser pasajero pero la radio puede ser eterna”.