Nunca antes habíamos tenido tantas facilidades para vivir con tal cantidad de medios a nuestra disposición. El cambio tecnológico en los últimos 70 años ha sido una explosión que lo ha transformado todo. Las comunicaciones, el transporte, la genética, la medicina y la Internet, son variables que han causado sobre los seres humanos una mutación determinante e irreversible.
Con los medios de comunicación que disponemos, sin viajar por todo el orbe, podemos darnos cuenta de lo que está pasando con toda la humanidad. Me refiero a la rica y completa información que nos brindan los diarios y revistas del mundo, la Internet, los celulares, YouTube, la radio y la TV. Y con un poco de imaginación y espíritu especulativo, podemos olfatear que estamos al final de una época y en el mejor de los casos, al comienzo de otra, que se puede venir muy distinta y grandiosa o por el contrario, final y fatal para toda la biósfera, es decir para todos los organismos vivos animales y vegetales, incluida nuestra especie homínida (seres humanos).
Esta transformación sobre la humanidad ha sido bipolar en la medida que ha producido y generado hombres muy sabios y buenos, con una visión y un conocimiento sobre la historia, la ciencia y la tecnología nunca conocido antes. Por otra parte, y lo vemos a diario, también ha producido y generado una especie de seres humanos usufructuarios de la tecnología de una manera sesgada, autómata y degradante, en donde el pensamiento crítico y creativo ha desaparecido y asoma una suerte de ciudadano idiotizado, obnubilado y obediente a la informática, que sin discernir de manera holística y reflexiva los devenires de la humanidad y del planeta, acata ciegamente y va al despeñadero de manera ciega e irreflexiva.
El freno al desarrollo y al progreso científico-tecnológico de la humanidad, no es viable y nadie desea retornar a la Edad Media (Hoy, nadie imagina vivir sin electricidad, TV, micro horno, lavadora y celular). Lo que hemos logrado y ganado en calidad de vida y conocimiento no es posible de abandonar y echar al saco de la basura. Pero debemos tener en cuenta que este mismo desarrollo de las tecnologías de la informática, tienen al grueso de la población del planeta, en una encrucijada terrible. Debemos estar atentos y cuidarnos de estas mismas herramientas cibernéticas que manejamos a diario (Celulares inteligentes, TV interactiva, Internet.) y que comienzan a dominar nuestra voluntad sin que lo notemos.
Es posible que esa pequeña elite o clase social mundial que es dueña de toda la gran industria y del capital mundial, se defienda de lo que cree riesgoso para sostener su poder político y sus privilegios y vea como enemigas suyas a las democracias y a las grandes mayorías opinantes y votantes, creando y distribuyendo a precios accesibles, para este fin “juguetes” electrónicos que progresivamente tomen decisiones por nosotros. En el extremo de esto, está la inteligencia artificial y la creación del robot-hombre o CIBORG, que hace todo lo mismo que un ser humano, con una diferencia importante; lo hace mejor, sin errores, con mucha mayor rapidez y lo peor de manera gratuita y silenciosa. Sin organizaciones sociales, ni sindicatos, ni negociaciones colectivas, ni huelgas, ni paros.
Esto último, es una amenaza latente que hoy por hoy se enreda entre mentiras, copuchas y falsas noticias. Se enreda con el Covid-19 y con la potencial vacuna universal que sería la salvación de todos, si es buena y nos ayuda en la creación de anticuerpos que nos hagan inmunes o sería una condena si la lanzan al mundo con otras intenciones de control corporal y mental. Por esto debemos estar atentos, vigilantes e informados siempre, de las mejores fuentes posibles.
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