Siempre hemos sido fieles a nuestra línea de seriedad y objetividad para analizar y expresar opinión respecto a los temas de interés local, regional o nacional e, incluso, internacional. Por ello es que, continuando en ese interés, deseamos conversar un tema que debe, necesariamente, ponernos en estado de alerta en todo el país y que debiera unirnos de manera compacta para que no ocurra. Nos manifestamos fieles a los derechos democráticos de las personas, a sus derechos a opinar, protestar, aprobar o rechazar. Somos defensores del derecho intransable que cada chileno tiene para participar en la elección de aquel camino que considere mejor para su país. Rechazamos que, por opinar distinto, a los ciudadanos se les tilde de comunistas o de reaccionarios. Quienes así lo hacen no contribuyen al clima de paz que el país anhela pues crean un ambiente falso de antagonismos y rivalidades inventadas por ellos mismos.
Sin embargo, así como en una campaña solidaria los chilenos hemos sido capaces de unirnos sin diferencias de ningún tipo, así también llamamos a unirnos férreamente en contra de quienes promulgan con la violencia las soluciones para los problemas de la gente. Lanzar piedras, atacar a inocentes, quemar negocios, incendiar buses, etc., definitivamente no son parte del camino que los chilenos buscamos para defender nuestras ideas. Lo advertimos hoy, justo cuando aparecen las primeras demostraciones de estrategias a cargo del lumpen que no tienen nada, absolutamente nada que ver con los anhelos de continuidad o de cambio que se manifiesta, por ejemplo, en el próximo plebiscito constituyente. Es hora de ponerse de pie para rechazar cualquier vestigio de violencia y/o vandalismo que atente contra la convivencia democrática que debemos compartir y hacer realidad todos los días.
Aceptamos como natural el derecho a manifestarse en las calles, a protestar, a marchar por ideales o por ideas, sean quienes sean los que reclamen ese derecho, pero nos oponemos rotundamente a los excesos, a la destrucción y al amedrentamiento de la población por la vía de la violencia. Apoyamos cualquiera iniciativa tendiente a evitar ese tipo de actos de barbarie, inclinándonos por combatir en la mesa de las ideas, de los argumentos y fundamentos de unos y otros. Entre todos, desde hoy mismo, pavimentemos el camino que evite la participación de los violentos en la convivencia democrática de los chilenos.
FRASES POR CORREO “Las calles del país no necesitan de la violencia patrocinada por delincuentes”.