Este domingo habrá un encuentro muy importante en Chile que esta vez no tendrá carácter deportivo sino será una confrontación cívica, de ideas, de visiones de país respecto a un asunto muy trascendente. Los electores, el pueblo, podrán pronunciarse sobre si se debe redactar una nueva Constitución Política de la República de Chile o, por el contrario, se debe mantener la actual con algunas modificaciones o reformas.
¿Por qué es tan trascendente una constitución? Porque nada menos es el gran conjunto de leyes fundamentales que rige la estructura y el ordenamiento jurídico del Estado y la distribución de poder en la marcha político-administrativa nacional.
Entonces, el pueblo soberano deberá pronunciarse este domingo voluntariamente con su voto libre, secreto e informado. Se espera que más personas decidan concurrir a votar, puesto que en las últimas elecciones presidenciales sólo lo hizo alrededor de un 40% del padrón electoral.
Conviene recordar que en democracia el pueblo no es propiedad de nadie. Al contrario, él es el mandante y es su voluntad la que se expresa en las urnas. Quienes manejan este proceso constituyente son sólo sus mandatarios y, por tanto, deben acatar los dictados de la voluntad popular.
La voluntad de los electores debería expresarse con madurez, inteligencia y conciencia cívica, para cerrar las puertas a la violencia y la deconstrucción, que son de los más irracionales comportamientos humanos. Lo importante es que sea cual fuere el resultado del plebiscito, es que este se desarrolle con normalidad y en paz, aspiraciones no fáciles de conseguir con los fanáticos actores de la violencia al acecho.
Luego de este primer paso del proceso constituyente, se deberá dictar un reglamento que regule las etapas que sigan. Este reglamento está pendiente aún, cuestión bastante insólita puesto que debió prepararse antes del plebiscito. Lo anterior no habla nada bien del mundo político que está manejando este proceso constitucional.
De momento, el resultado de la justa cívica de este domingo no es previsible. Los sondeos de la empresa privada Plaza Pública CADEM, de cada semana mediante llamados telefónicos a unas 400 personas su margen de error es bastante alto, señalan que la opción Apruebo tendría ventaja en los guarismos. Sin embargo, hay personajes influyentes con sobre un millón de seguidores en redes sociales y con 45 mil consultados que dan ventaja a la opción Rechazo. Lo concreto y real es que la incógnita sólo se resolverá sólo este domingo.
Lo importante es que luego del plebiscito el país pueda centrar todos sus esfuerzos primero en poner atajo a la pandemia y segundo en tratar de resolver los agudos problemas económicos y de desempleo que enfrenta el país. Porque, como se sabe, esas y otras dificultades que afectan hoy a las personas lamentablemente no se resolverán en lo inmediato con el plebiscito ni tampoco con un proceso constituyente.