Ya no nos volveremos a encontrar hasta el lunes, día en que se conocerán los resultados del plebiscito y en que nosotros, porque el proceso terminará tarde, anunciaremos las tendencias casi definitivas de la decisión de los chilenos. Ello, porque el cierre de las mesas se fijó en las 20 horas y, por lo mismo, cuando se sepan los resultados definitivos las hojas de este diario se estarán imprimiendo hace rato.
Hemos escuchado opiniones, principalmente de adultos jóvenes, que no concurrirán a sufragar argumentando que, después del plebiscito, nada cambiará en Chile. Sin embargo, entendemos que se trata de un hecho histórico que no se vive todos los días y al que se nos invita a participar con la opción cierta de decidir el futuro del país, de que nuestros hijos menores entiendan este inmenso momento político, que nos vean acudir a las urnas para responder al llamado cívico que nos da la posibilidad de mantener la actual Constitución o de cambiarla. ¿Se dan cuenta? Por otra parte, existe una desconfianza enorme en la clase política que, de ganar la opción que los incluye directamente, se piensa que escribirán una carta magna como un traje a la medida.
Sin embargo, estimadas y estimados, existen obligaciones cívicas ineludibles y la del domingo es una de ellas, sobre todo cuando acostumbramos a opinar toda la vida, a criticar toda la vida y a desear cambios radicales pero, en el momento justo, nos inclinamos por no acudir a las urnas. Nuestra invitación es a ir a los locales de votación, a tomar todas las medidas sanitarias que correspondan, a votar y a volver a casa con el deber cumplido.
En todo caso, lo más lastimoso de este proceso fue la franja televisiva que resultó ser horrible, pobre, mentirosa, malintencionada y, poco ética. Se trataba de educar a la gente, de exponer argumentos, de dar a conocer fundamentos desde uno y otro lado, pero se prefirió optar por campañas del terror, sin fondo y que apuntaban a provocar desconcierto y miedo entre los televidentes. No hay caso con la clase política, siempre hace notar su mano.
FRASES POR CORREO “Votar es un verdadero privilegio que el país nos entrega. Hacerlo a conciencia es la manera de responderle”.