Siempre se dice que un discapacitado es aquél que anda en silla de ruedas, porque sus piernas no tienen fuerza. Que discapacitado es aquél que debe usar bastón, porque no ve. O que discapacitado es un sordo mudo. ¿Y el bruto que le pega a su mujer? ¿Acaso no es discapacitado del cerebro? ¿Y los que venden a su madre por plata? ¿No son discapacitados? ¿Y aquellas autoridades que engañan al pueblo, no son discapacitados de ninguna parte?
Y la lista podría ser demasiado larga, si ponemos todos los ejemplos que hay. Al final, te das cuenta que el que anda en silla de ruedas, es el menos discapacitado de todos. Porque no engaña, no abusa, no roba, no maltrata, no hace tonto al inocente pueblo. El que engaña a la gente humilde, el malo que se hace pasar por bueno, ése sí que es un verdadero discapacitado mental.
Todos aquellos que persiguen, a toda costa, y sin ninguna moral, el poder, la fama, el dinero, son mucho más discapacitados que todos aquellos que tienen un problema físico grave. Deberían de existir las sillas de ruedas mentales. Les aseguro que muchos de los de cuello y corbata, las necesitarían.
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