Hoy domingo 6 de Diciembre cuando escribo este MARTES DE COMENTARIO, que aparecerá el martes 8 de diciembre, justo al término del Mes de María. ¿Habrá Procesión en celebración de este bello mes? No sé. Ojalá que se postergue este homenaje a la Virgen por razones sanitarias. Luego de que estemos todos o casi todos vacunados, entonces, celebremos y agradezcamos juntos con alegría y pasión el estar aún con vida.
En la ciudad de Villarrica y Pucón, ya se nota el aumento poblacional con la llegada anticipada de muchos miles de ciudadanos chilenos y del mundo que por curiosidad, esnobismo, ciencia o simplemente por arrancar de las grandes urbes y aproximarse a la naturaleza maravillosa de esta zona lacustre que tiene aún sabor, olor y color a campo, han elegido nuestro terruño para mirar con placer y devoción este fenómeno tan único, especial y casual que es el ECLIPSE DE SOL.
Un eclipse es desde el punto de vista conceptual de la física, un evento ordinario, pues no es otra cosa que la generación de una sombra al interrumpirse el flujo de luz entre una fuente luminosa y una pantalla. Esto sucede a cada instante hasta con nuestra propia sombra contra el suelo. Lo que lo hace especial y único es nuestra devoción por el cielo desde que logramos el estatus de Homo Sapiens Sapiensy con seguridad desde mucho antes. Sucede que en las noches cuando miramos al cielo y vemos esa enormidad de luces en lo alto, algo de nuestros ancestros primitivos nos invade y nos sentimos muy pequeños e insignificantes y nos preguntamos muchas cosas sobre nuestra vida. Esta insignificancia cósmica que es nuestra casual y finita existencia, nos invitó en tiempos remotos a crear mitos que nos explicarán el cielo. Divinidades y Dioses que nos dieran respuestas a nuestras desesperadas preguntas. Hoy está la Ciencia que nos ha dado respuestas simples y frías de lo que es el Cosmos y de cómo funciona. Estas respuestas temporales y conjeturales acerca del cielo, han destruido en parte los mitos y creencias. Pero un eclipse total, como será éste, nos despertará zonas atávicas guardadas en nuestro NO-YO, que siempre estarán allí en nuestro cerebro, en todo nuestro cuerpo y en el ADN de nuestros genes con toda la información de esa larga noche de nuestra prehistoria.
El sol como una buena linterna, alumbra de día a la tierra. De pronto y de acuerdo a un cierto orden estudiado y conocido de los movimientos de nuestro Sistema Solar, entre la tierra y el sol, se mete la luna, generando una sombra muy generosa que parece noche tan real que los animales se duermen y se van a sus madrigueras, pero que dura escasos minutos. Este evento es raro por lo distante en el tiempo que se produce y no por su calidad de fenómeno.
Para cerrar y situar este eclipse en el marco situacional e histórico en que estamos, tenemos que decir que es un eclipse “desubicado”, pues estamos en pandemia y ya los fallecidos por esta peste es cercana a los 2 millones de personas en todo el mundo. Esta “juntación” social en nuestra zona en busca de nuevos conocimientos, de emociones nuevas, de apertura del comercio y el turismo, es una pésima idea de las autoridades que facilitaron la apertura relativa de la Araucanía. Si se cumple la norma indicada por el MINSAL, podríamos amortiguar el contagio. Pero todos sabemos y conocemos el comportamiento medio de nosotros y es probable que no se cumpla la norma y se genere una segunda ola de contagios que hará del verano y el turismo de los meses de Enero y Febrero un muy mal negocio en vidas y en divisas. “Pan para hoy y hambre para mañana”
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