Ya ven, como era de esperar porque el paso del tiempo es así, fugaz, veloz e inmanejable, cuando recién hace poco más de un mes cruzamos la frontera entre el año pasado y el 2021, se nos fue el primer mes del año. Enero se alejó para dar paso a Febrero, para establecer que casi sin darnos cuenta, lo vivido ya forma parte del pasado que, entre paréntesis es demasiado importante para quienes habitamos la zona lacustre pues significa que la mitad del verano en términos de visitantes que se allegan a la zona, nos deja solo con la esperanza de que Febrero sea mejor para que alcancemos a conseguir los ahorros necesarios para subsistir el resto del año, aún cuando estamos restringidos debido a una pandemia. Todo esto no tiene otro culpable que el Covid-19. Eso nos pasa tal vez porque no fuimos lo bastante responsables, quedarnos en casa para no aumentar el número de contagiados. Fíjese que hasta tuvimos una fiesta clandestina denunciada. La belleza natural de la zona, Villarrica, Pucón y Curarrehue, Licán Ray y Ñancul, Caburgua y Catripulli, un constante centro de descanso para miles y miles de chilenos y extranjeros que durante todo el año esperaban sus vacaciones para poder visitarnos, ahora pueden, pero mucho menos debido a los aforos por encontrarnos en la fase 2, o sea, cuarentena los fines de semana.
Decíamos que se nos fue Enero con su cargamento de emociones, con su intensidad en el tráfico vehicular y con las gentes paseando, aprovechando las playas, el lago, la vista del volcán, etc., repetimos, mucho menos que años anteriores, pero igual se vio mucha gente. A propósito, conversamos con un lector de la zona que nos decía estar agotado con tanto vehículo en las calles, con poco espacio y tranquilidad para circular y con los nervios tensos por esas razones. Respecto a aquello, pensamos distinto. Nos gustaría ver todo el año a nuestras ciudades en movimiento, rebosantes de alegría, salpicadas de optimismo, de vida, de colores, de música en las calles, de circos y espectáculos en los recintos deportivos pero que ahora todo eso se ha visto mermado por implacable virus.
Nos gustarían tantas cosas, hasta las imposibles. Por ahora, debemos abocarnos a mirar nuestra agenda comprendiendo que cada hoja del mes pasará volando hasta posarse en Marzo, para abrir los brazos a los estudiantes y a un nuevo período escolar, que según dijo el ministro de Educación, va sí o sí en marzo con clases presenciales. Sin darnos cuenta se irá Febrero, también. No nos quedará otra opción que mirar la lluvia, cuando llegue, a través de la ventana a la espera de un nuevo verano.
FRASES POR CORREO “En vez de vivir de alegrías y emociones permanentes, nos pasamos el año añorando el verano”.