En varias oportunidades, a lo largo de los años, hemos tratado de analizar varios conceptos que normalmente significan actitudes de los seres humanos frente a la vida. De acuerdo a qué caminos tomamos, así se nos ve y califica. Es así como hemos hablado del egoísmo, la lealtad, la envidia, la bondad, etc. ¿Nos hemos referido alguna vez a la maldad? Quizás sea hoy el momento para hacerlo aunque debemos confesar que nunca creímos que existiesen personas que actuaran llevando como cartas de presentación esa horrible actitud.
¿Qué es realmente la maldad? ¿Qué representa y por qué se manifiesta? Seguro que cada uno de nuestros lectores tendrá respuestas personales a esas interrogantes. Para nosotros, en líneas generales se trataría de diversas manifestaciones negativas motivadas, también, por distintos motivos o el conjunto de ellos. La envidia, el odio, la impotencia y el rencor podrían ser detonantes de la maldad. Se manifiesta cuando la racionalidad no da para más, cuando se pierde la cordura y se es incapaz, por ejemplo, de reconocer los errores propios descargando en los demás, sobre todo en los honrados y exitosos, todo tipo de malas vibras. Ello lleva a inventar historias, a denostar, a tratar de ensuciar a los semejantes, a querer perjudicarlos y enemistarlos con el resto, etc.
Creemos, tristemente, que aquellas personas pasan horas de su vida pensando, urdiendo los pasos a seguir, malgastando el tiempo en odiar, en pensar todo tipo de males para quienes consideran sus enemigos, atrincherados en la oscuridad de sus propias almas, de sus propias y siniestras intenciones.
¿Y cuál sería la receta o el antídoto para oponerse a un ser maldadoso por naturaleza? Simplemente, ignorarlos y continuar con nuestras vidas con toda normalidad, como si no existieran, dejando que se ahoguen en sus odiosidades, permitiéndonos tener compasión por ellos pero sin mezclarnos con sus historias siniestras. Claro que hay que identificarlos para no cometer errores.
¡Ah!, perdón, se nos olvidaba. Si son creyentes, no estaría de más una oración por ellos y un “perdónalos Señor porque no saben lo que hacen”.
FRASES POR CORREO “El mejor antídoto para contrarrestar la maldad es el amor más profundo”.