Cuesta creer en la maldad humana, en el deseo perverso de causar daño, de provocar un drama inimaginable, tal como sucede con muchos acontecimientos.
En las telenovelas aparecen frecuentemente casos de personas que traman, que urden en los 1.500 capítulos, las formas de eliminar a sus rivales de amor, las maneras de sacárselas del camino y los métodos para hacer mal. Dicen que en la vida real también existen quienes tienen ese maligno hábito. Pero de ahí a sacarle los ojos a un ser humano, de golpear sin compasión, de destruir vidas sin medir consecuencias, hay un buen trecho.
Es frecuente, además, luego de consumados los casos, que los vecinos y familiares declaran que “algo se sabía”, que “se escuchaban gritos y golpes”, pero nadie hizo nada por detener esas agresiones. Después declaran que “eso se veía venir”. Es tan importante, vital en muchísimos casos, la intervención de quienes están al tanto de aquellos hechos de violencia, hasta el punto que pueden salvar vidas. No se trata de entrometerse en la vida de los demás sino de apelar a la conciencia para avisar, para dar cuenta a Carabineros o a quien pueda intervenir de modo de evitar agresiones brutales, femicidios, etc. Necesariamente, debemos crear una cultura de participación cuando las situaciones comiencen a tornarse graves. Niños atormentados por la violencia en sus hogares, mujeres castigadas vilmente, hombres (en algunos casos) atacados por sus parejas, familias en constante amenazas de violencia deben ser protegidos y hasta rescatados de las manos de quienes ejercen la violencia, el castigo, la brutalidad y los golpes. Debe haber una cultura de apoyo desde los propios familiares hasta los vecinos y amistades cercanas. De otro modo, esta espiral no se detendrá y, al contrario, seguirá creciendo.
La maldad humana va ligada a la ceguera y a la demencia, pero también está protegida por quienes sabiendo, callan; por quienes estando al tanto de la situación prefieren no meterse en nada y por quienes, en definitiva, por omisión, se transforman en cómplices.
FRASES POR CORREO
“Delatar no es lo mismo que alertar para proteger la vida humana”.