“Todo lo que se necesita para enfrentar la vida es simpleza y amor”, sentenciaba un viejo conocido, de piel desgastada por las mil y una aventuras vividas a lo largo y ancho de sus 70 años. Simpleza y amor, nada más económico y simple para llevar a la práctica. “Sin embargo, los seres humanos nos complicamos demasiado, llevamos las cosas a extremos insostenibles, desarrollamos nuestras capacidades en todo lo que no sea positivo y terminamos cansándonos y sin ganas de seguir caminando”, añadió el hombre. Y ustedes, ¿qué opinan?
Les entregaremos más detalles de lo que el robusto y alegre hombre piensa. “Yo he llevado una existencia muy agitada, tremendamente activa y muy ligada a la buena vida. Pero eso no es lo que me ha hecho ser más o menos feliz. Creo que al asumir las cosas con simpleza, el estar dispuesto a amar hasta a los conocidos y el no complicarme con asuntos que no merecen importancia me han hecho caminar seguro, lleno de dicha y pleno de ganas de vivir. Que no se piense que he sido irresponsable o derrochador. No lo he sido en ningún aspecto pero me he preocupado constantemente de los detalles simples, de estar junto a mi familia siempre, de no abandonar a mis amigos, de permanecer atento a acudir al lado de quien me necesite y he estado siempre alerta para no permitir que las banalidades y absurdos afecten mi vida”.
La verdad, amigos lectores, es que la seguridad que irradia nuestro amigo es impresionante y envidiable. Camina sonriente, saluda incluso a quienes no conoce y comparte lo que tiene como si nada le hubiese costado o como si todo le sobrara. Quizás de qué lado cosechará tanto optimismo y tanta sinceridad y honestidad.
¿Qué le ha parecido la historia y qué opinión le merece el protagonista?
Debemos ser sinceros con ustedes que nos siguen día a día leyendo con interés lo que escribimos. El personaje que hemos descrito no existe, nació producto de nuestra imaginación. Lo idealizamos y le fuimos dando forma quizás pensando en cómo nos gustaría ser. Pero en este mundo loco, egoísta, ambicioso y avaro, una persona así sería tildada de loca, de demente, digno de un siquiatra y de un manicomio.
Qué pena, ¿verdad? Era bello imaginarse siquiera que un hombre con esas características pudiese existir y, más todavía, viviendo entre nosotros.
Es hermoso soñar y creer en lo bueno de la vida. Muy hermoso, de verdad.
FRASES POR CORREO “Para ser constructor de sueños se precisa de magia para elevarse alto, por sobre los demás”.