En la víspera de la conmemoración de un nuevo aniversario del Combate Naval de Iquique y de celebrarse el Día de las Glorias Navales, es oportuno reflexionar sobre el significado para Chile de esa memorable epopeya. Se cumplirá mañana viernes el 142° aniversario de aquella heroica gesta naval, que tuviera lugar en el escenario no buscado de la Guerra del Pacífico.
Desde que un 21 de mayo de 1879, cuando el capitán Arturo Prat Chacón y un puñado de valientes marineros se inmolaran en defensa de la patria, seguirá siempre imperecedero el recuerdo y homenaje de gratitud de los chilenos a sus héroes. El olvido nunca debería enseñorearse en la historia de Chile como nación. Un país que irrespeta su historia y a sus héroes está destinado a extraviar sus valores patrios y su identidad nacional.
Los chilenos mantienen vivo el reconocimiento a quienes ofrendaron sus vidas en la rada de Iquique y a todos aquellos marinos y soldados que lograron la victoria en defensa de los intereses y de la soberanía de Chile en la Guerra del Pacífico. En los últimos años, han aparecido seudo historiadores que con aviesas intenciones intentan distorsionar la historia y tergiversar el sacrificio vital de miles de compatriotas en esas gestas.
Sin embargo ha prevalecido el verdadero espíritu nacional chileno que haciendo honor a su orgullo, patriotismo y gratitud hacia sus héroes, reconoce con admiración el inmenso valor de quienes ofrendaron sus vidas por Chile. A aquellos desarraigados cabría preguntarles si estarían dispuestos a defender la patria a costa de sus propias vidas.
Es bueno tener conciencia de que lo que Chile es hoy geográfica y geopolíticamente, se debe justamente a miles de compatriotas que se alzaron con la victoria en la Guerra del Pacífico. Antes el territorio nacional llegaba por el norte hasta Cobija, en el sur de Antofagasta. Posteriormente fue posible asentar la soberanía sobre de la industria del salitre, -discutida en esa conflagración-, y lo que se llamó “el sueldo de Chile” como fuente indiscutida de desarrollo, la poderosa industria del cobre. Miles de millas marinas se agregaron con su gran potencial de pesca. En los últimos años, se han sumado el litio y otros minerales de enorme proyección económica para Chile.
El sacrificio de los héroes de Iquique y de la Guerra del Pacífico, no fue en vano y permitió, entre otros logros y circunstancias, que Chile se consolidara como una nación que se empeña ahora por arribar a un crecimiento estable. Mañana, 21 de mayo, muchos compatriotas podrán destinar un momento a una reflexión en homenaje a los héroes de Iquique ante el izado pabellón nacional.
Las familias y la educación de las generaciones de hoy y del mañana, tendrán también la misión de mantener los valores y tradiciones patrias entre todos los chilenos.