Un cúmulo de buenas noticias han estado recibiendo los habitantes de varios sectores poblacionales de la comuna de Villarrica en las últimas semanas. Es el lento despertar de un sueño de una vivienda propia y, por otro lado, la reposición de accesos al populoso sector de la Segunda Faja al Volcán. (¿Cuándo se dotará de un nombre bonito a esta verdadera ciudad satélite?)
El nuevo alcalde de la comuna, Germán Vergara, ha conformado un buen tándem con el SEREMI de Obras Públicas, que por los anuncios conocidos está dando buenos dividendos en beneficio de cientos y miles de personas. El Secretario Regional de Obras Públicas, Henry Leal, es un antiguo militante de la UDI.
Antes de sus actuales responsabilidades el SEREMI fue Consejero Regional (CORE), y postuló sin éxito a una diputación en 2018. Si bien hasta ahora se han celebrado actos públicos con participación de vecinos, todavía a las obras les espera un camino burocrático por recorrer.
En el caso de las nuevas viviendas, ya el viaje onírico se ha vuelto una realidad para algunos alborozados vecinos. El alcalde junto a otras autoridades concurrió a una nueva villa a hacer entrega de las preciadas llaves a sus nuevos propietarios.
Hay sí algunos otros campos a los que el municipio está dedicando gestión. El proceso de vacunación –vital en la lucha contra el Covid-19- está adoleciendo de ciertas dificultades. Se llama a inocularse a un gimnasio, pero las vacunas están agotadas. En otro gimnasio las hay, pero… se debe esperar a que llegue otro interesado, porque las dosis vienen en par.
Otro aspecto interesante, es que los funcionarios encargados de administrar las vacunas no utilizan ningún vestuario especial, profiláctico, que muestre que pertenecen al área de salud. La inoculación es un procedimiento muy delicado, hay pacientes potenciales de por medio en una enfermedad que ha probado ser mortal en muchísimos casos.
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F r a s e
“Divina es la tarea de aliviar el dolor”
(Hipócrates)
