Fuente:https://www.affinity-petcare.com
¿Cómo sabemos que los perros realmente solo distinguen los colores amarillo y violeta azulado? ¿Quién dice que los perros pueden distinguir entre el olor de dos gemelos idénticos? ¿En qué se basa este conocimiento sobre las capacidades de los animales?
Hoy en día disponemos de mucha información sobre cómo perciben el mundo nuestras mascotas y otras especies animales. ¿Pero quién puede asegurarnos que es así?
Las mismas técnicas de aprendizaje que se utilizan para educar a los perros se pueden utilizar para indagar sobre cómo perciben la realidad y qué habilidades sensoriales tienen. Si los perros aprenden a sentarse cuando escuchan la palabra «sentarse» y a acostarse cuando escuchan la palabra «mentir», significa que tienen las capacidades acústicas que les permiten distinguir entre los dos sonidos. Si se eligen dos palabras muy similares como señales para los ejercicios para sentarse y acostarse, como «sentarse» y «acostarse», respectivamente, el perro puede confundirse. Cuanto más similares sean los estímulos, más difícil será para el animal poder discriminar entre ellos.
Asociar diferentes comportamientos con diferentes señales es un ejercicio de discriminación que se puede realizar con cualquier tipo de estímulo sensorial, desde el visual al olfativo, desde el tacto al oído, de manera que se puedan explorar todos los aspectos de la percepción sensorial de los animales.
La información recuperada de los ejercicios de discriminación se complementa con estudios sobre la estructura y funcionamiento de los órganos sensoriales. Por ejemplo, el entrenamiento basado en la evidencia sugiere que los perros discriminan entre amarillo y violeta azulado, y los estudios anatómicos han identificado en la retina de los perros dos poblaciones de receptores, cada uno de los cuales se especializa en detectar la luz de un determinado color.
Queda mucho por investigar, pero estos estudios en su conjunto proporcionan una imagen cada vez más completa de las capacidades sensoriales de los animales. Este conocimiento es esencial para comprender mejor su respuesta a factores externos y para elegir, en el entrenamiento, comandos de comportamiento que los animales puedan detectar y reconocer fácilmente.