El desafío comunitario para Pucón y Villarrica es muy serio a la vista de las próximas Fiestas Patrias. Lo es tanto desde el punto de vista de la salud como de la economía.
Recién han comenzado ambas comunas días de cierto grado de disfrute al dejar atrás la fase 2 del Paso a Paso por la pandemia después de largas cuarentenas y de semi confinamiento sólo en fines de semana. Esta nueva realidad no significa en modo alguno que el peligro haya pasado, que el odioso virus haya sido derrotado.
De ahí la extrema conveniencia de perseverar en el auto cuidado de beneficio personal, y en el cuidado solidario para evitar perjuicios sanitarios a los demás. Esta es la primera prioridad que se debe tener muy en cuenta.
Pero, como es claro que en estas circunstancias la salud y la economía en la práctica marchan en modo paralelo, aunque inversamente proporcional, el mundo de la actividad emprendedora, comercial, empresarial tiene ante sí la opción de consolidar anhelos largamente esperados. Está la posibilidad de mitigar en buena medida estas semanas y, sobre todo, en septiembre próximo, las tristes pérdidas experimentadas en año y medio de penurias y zozobras.
El panorama se avizora prometedor en particular para la actividad gastronómica y de esparcimiento que es uno de los sectores de la economía más dañados por la cruel pandemia. Entonces, se vislumbra una luz de optimismo que por ningún motivo habría que dejar que se apague prematuramente.
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F r a s e
“La perseverancia es la base de todas las acciones”
(Lao Tse)