El mundo político vive tiempos de efervescencia electoral. A elecciones primarias reguladas por ley por el Servicio Electoral, se suman ahora consultas ciudadanas no oficiales de una coalición de centro izquierda con tres candidatos, dos mujeres y un varón que no lograron acuerdos para dirimir sus diferencias en las elecciones primarias.
Es ésta una etapa de propuestas, de programas y…de promesas, promesas de un futuro mejor para la gente, para la ciudadanía, para el electorado. Parecido o igual como hace poco lo fueran las campañas electorales municipales, cuando se eligieron alcaldes y concejales.
Estos procesos cívicos son cíclicos en la vida democrática de los países republicanos. Hay una diferencia fundamental con los regímenes tradicionales hasta entonces, los sistemas monárquicos que, en algunos casos, pocos, aún subsisten aunque con caracteres más simbólicos que prácticos.
La ciudadanía, entonces, es un silencioso espectador de promesas de candidatos ante próximos comicios oficiales, legales e incluso de las consultas a que algunas coaliciones han invitado a participar. El público espera conocer las posiciones y programas de todos los candidatos que aspiran a representarla.
El electorado tiene derecho a ser informado adecuadamente de todo eso, porque el futuro se avizora muy complejo y las palabras no merecen que se las lleve el viento.
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F r a s e
“Las muchas promesas disminuyen la confianza”.
(Horacio)