La Escuela José Abelardo Núñez de Villarrica busca constantemente dar mayor equidad a sus estudiantes, respetando y valorando las diferencias de cada uno/a, y que los convierte en personas únicas y especiales.
Liderados por el Programa de Integración, la escuela se encuentra actualmente realizando diferentes acciones en función de trabajar de mejor manera con los estudiantes sordos. Si bien cada uno de ellas/os es diferente, comparten un mismo sentido: ser aceptados, respetados y valorados en una sociedad, que, a pesar de los muchos avances alcanzados, debe entender que es nuestra responsabilidad generar las condiciones para que ellos se puedan desenvolver de forma adecuada e independiente.
«La escuela se muestra como una oportunidad de aprendizaje y enriquecimiento humano, abriéndose a nuevas formas de enseñar, por lo cual, dentro de las acciones realizadas, se destaca el contar desde hace ya un tiempo con la colaboración de una co-educadora sorda e intérprete de señas, quien está conectando y educando en cuanto a la ‘comunidad de sordos’ y cómo podemos hacer de nuestro trabajo algo más inclusivo con nuestros estudiantes».
Gladys Mora, co-educadora sorda reconocida en diferentes organizaciones, es la encargada de acercar y enseñar la realidad que en un futuro enfrentarán los estudiantes y la importancia que recae en las escuelas y cómo entregarles las mejores herramientas para que se desarrollen como personas libres y seguras en el mundo.
El equipo del programa de integración expresó: “Hemos realizado capacitaciones grupales donde hemos reconocido y entendido la importancia de diversificar nuestras formas de enseñar, pero por sobre todo, hemos comprendido la importancia de la adquisición de lengua de señas, reconociéndola como la primera forma de comunicación de todos los estudiantes con algún grado de Hipoacusia. Así mismo, se ha trabajado de manera individual con algunos docentes, dotándolos con herramientas para desarrollar clases óptimas con los estudiantes”.
«Tenemos un largo camino por recorrer, pero nos encontramos motivados y esperanzados a que poco a poco logremos generar espacios más inclusivos, más respetuosos de la diferencia, valorando lo que cada persona desde su individualidad puede ofrecer, pero por sobre todo nos sentimos responsables de asegurar que cada uno/a de nuestros estudiantes tenga la posibilidad de contar con las herramientas para alcanzar sus sueños y metas», agregaron desde la escuela.
«Lengua de señas, un puente hacia mi amigo que oye distinto… que escucha el alma si mis manos dibujan su territorio…», finalizan señalando desde el establecimiento educacional de Villarrica.