El abastecimiento de combustibles está de permanente actualidad en los últimos años debido principalmente a las incesantes alzas de sus precios y no por una eventual escasez del producto. En particular, el valor del gas licuado para calefacción durante el invierno se ha transformado en un problema humanitario.
En Villarrica, en días recientes se ha anunciado un convenio con una empresa comercial distribuidora a nivel nacional que también desarrolla actividades en la comuna. Es indudable que ha sido una buena noticia, porque en tiempos en que se sufre inflación cualquier ahorro es apreciado positivamente por la población.
Seguramente las autoridades habrían deseado un acuerdo más amplio y beneficioso para las personas, pero de momento sólo ha sido posible que la empresa favorecida expenda el gas con precios de oferta a los consumidores previo cumplimiento de requisitos que en cierto modo dificultan el acceso a esa ventaja algunos de los cuales deben repetirse para mantener el descuento.
En este caso hay un participante más beneficiado, que es la empresa del acuerdo con el municipio. Debido a la regla de la oferta y la demanda, puede actuar con ventaja respecto a sus competidores en esta plaza. Además, ha conseguido publicidad sin costo directo.
De todos modos, aunque sea bajo esas condiciones los consumidores valoran y reconocen el esfuerzo municipal, pero no se descarta que más adelante se pueda lograr una fórmula más extensa y que incluya a la totalidad de las empresas distribuidoras.
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Frase
“No temas ir despacio, sólo teme no avanzar”
(Anónimo)
