En Chile, en círculos académicos y de especialistas hay consenso en que la educación exhibe un bajo nivel y que atraviesa por una prolongada crisis. Este panorama se ha visto acentuado por la pandemia que obligó a dar clases a distancia.
Pero ese no es el único factor. Algunos hablan de recursos insuficientes a pesar que el presupuesto nacional para el sector se ha ido incrementando. Otros arguyen que se quiere terminar con la educación pública en clara muestra de adoctrinamiento ideológico y muchos concluyen en que los resultados educacionales de los alumnos son cada vez más pobres.
Por si fuera poco, los profesores que están agremiados en el Colegio Nacional y en los Colegios Comunales, que no son todos los docentes, culpan a anteriores gobiernos de todos los males en esta materia. Desconocen que su gremio se opuso tenazmente a la vuelta a clases de los alumnos el año pasado.
Ahora, como el ministro de Educación del actual gobierno es partidario de la presencialidad de los escolares en las aulas, los dirigentes del Colegio Nacional se han mantenido en absoluto silencio en ese tema. En estos días, sólo han hecho oír su voz para oponerse a un capítulo de un proyecto de ley que se refiere a la evaluación docente.
El Colegio de Profesores sigue negándose a ser evaluados deslindando así responsabilidades como protagonistas del proceso educativo. Los alumnos acusan graves déficit en comprensión de lectura, dominio de operaciones básicas de aritmética y en el lenguaje, gramática y sintaxis del idioma castellano.
De este modo, el rendimiento y resultados en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), no puede ser mejor.
=========================================
F r a s e
“El aprendizaje nunca cansa a la mente”
(Leonardo Da Vinci)