Josefina y los peces de colores.
CUENTO CORTO DE VERANO
Ya Josefina!. Apúrate que llegaremos atrasados al dentista.
Papá…
¿Qué?…
Caminemos por la costanera para poder mirar cosas lindas y conversar los dos.
Si quieres que eso resulte, debemos irnos inmediatamente, de lo contrario, tendremos que ir en el auto.
Ya papá, estoy lista y peinada.
Vamos.
Iban de la mano y llegando a la costanera donde se encontraron con muchos vendedores con todo tipo de artículos.
Lo que dejó a Josefina a sus cinco añitos con la mirada fija, fue lo que ofrecía un señor a unos diez metros de donde estaban. “Peces vivos. Peces tropicales de colores para la linda niñita”, le ofreció el hombre sabio a su papá, cuando pasaban frente a él. Josefina, que estaba en trance hipnótico con las bolsitas que contenían a los peces que nadaban, miró a su papá y le dijo con ojos penetrantes y decididos; “Papá, quiero ese pescadito negrito con rayitas amarillas y con la cabecita naranja. Lo quiero en una de las bolsitas con agüita”.
Josefina! Vamos al dentista y no podemos llevar el pescadito ahora. Podemos pasar a comprarlo a la vuelta. “No papá, yo me lo quiero comer al tiro y tomarme el agüita de la bolsita y no a la vuelta”….
MI CORREO: panchana.1942@gmail.com