LA LLAMADA DE LA TRIBU (2)
(Por Francisco Julio M.)
La “LLAMADA DE LA TRIBU” es una autobiografía intelectual de Mario Vargas Llosa. No una autobiografía personal, vital, ni menos existencial. En esta novela, el autor peruano y Premio Nobel de Literatura, nos muestra el camino de búsqueda que siguió con lecturas de economistas, filósofos y pensadores que le sirvieron como “palanca” de apoyo para superar la depresión ideológica y dolorosa crisis personal y política que experimentó al comprobar cabalmente que su condición de hombre socialista, defensor y seguidor de la Revolución Cubana, la Rusa y la China, estaban fundadas en gigantescas utopías irrealizables y en los clásicos mitos de distribución de la riqueza, justicia social e igualdad típico de todas las izquierdas revolucionarias conducidas por la burguesía educada que a caballo en las necesidades populares han liderado los sueños de todos los pobres del mundo, transformándose todos en dictadores que para sostenerse en el poder, asumieron el poder total sobre las vidas de sus compatriotas y se corrompieron absolutamente, sin excepción.
En lo concerniente a la situación política que vivimos hoy en Chile, creo que debemos cuidarnos mucho del magnetismo atávico del LLAMADO DE LA TRIBU, que es un efecto similar a lo que le sucede a las grandes masas hipnotizadas en concentraciones políticas multitudinarias, en los estadios de fútbol o a esos adolescentes que asaltan, hacen portonazos o disparan y matan a diestra y siniestra, cuando se pierde la conciencia del YO y nos transformamos en rebaño con emociones y consignas comunes. El nazismo se alimentó así, al igual que las grandes masas que formaron Las Guardias Rojas chinas (1966), integradas por millones de niños y adolescentes entre 10 y 20 años de edad en que al llamado de Mao, quemaron y masacraron su patria para consolidar La Revolución Cultural. El péndulo de un extremo al otro de la política es fácil y más que fácil es una tradición en todos aquellos países en donde se ha entronizado una conducción política abusiva, arbitraria y desconsiderada con las clases trabajadoras por parte de sus gobernantes, autoridades, funcionarios privilegiados y empresarios usureros.Tenemos por delante la oportunidad por logra una Nueva Constitución y cancelar la del 80 construida al margen de la Democracia. Debemos votar de manera obligatoria el día 7 de mayo para elegir a los Consejeros Constitucionales que deberán afinar, mejorar y darle estructura al trabajo realizado por el comité de expertos. Esta es nuestra realidad política actual, nos guste o no. Si no votamos o rechazamos este nuevo proyecto Constitucional el 27 de Diciembre de este 2023, nos quedaremos de manera indefinida con la Constitución del 80, que todos o casi todos rechazamos.
La Democracia es el sistema de gobernarnos menos malo. Podríamos decir que es el estadio político más evolucionado de la Humanidad hasta el día de hoy. No tenemos otro mejor. Con la Democracia podemos vivir comunitariamente, discutiendo y no estando de acuerdo en todo, pero podemos llegar a acuerdos, podemos negociar nuestras diferencias y así evitar el fácil y tenebroso camino de la violencia, del populismo y de aquellos liderazgos totalitarios en que un solo hombre o mujer manda, dirige y ordena y los demás agachamos el moño y obedecemos callados como ovejas ante el temor de que nos corten la cabeza. El “LLAMADO DE LA TRIBU” en resumidas cuentas es eso. Esa necesidad atávica de multitudes de obedecer ciegamente a un macho alfa o a una hembra omega que nos diga todo lo que debemos hacer y solamente obedecer. La Democracia es lo contrario, es más difícil y nos exige mucho más; es trabajo comunitario, discernimiento, discusión, discrepancia, acuerdo y participación.
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