Columna Francisco Julio
LA DIALÉCTICA ESCONDIDA
Esta es mi opinión, sólo mi opinión y nada más que mi opinión y desde esta manera quiero conversar con ustedes desde mi subjetividad, lo que siento y veo sobre la Elección de Consejeros Constitucionales que elegimos ayer domingo. Con todo respeto como dice el futbolista Jorge Valdivia. Entonces y a propósito del título de esta columna, definiré lo que entiende la RAE por Dialéctica, no vaya a ser cosa de que algún ciudadano desconozca el sentido de esta acepción. Dialéctica: Teoría y técnica retórica de dialogar y discutir para descubrir la verdad mediante la exposición y confrontación de razonamientos y argumentaciones contrarias entre sí.
Estoy de acuerdo con el columnista del diario el Mercurio, Daniel Munsuy en su columna sobre “El Auge Republicano” del domingo último al afirmar: “Sin embargo, cada día será un poco más difícil disimular que el Partido Republicano es el hijo no reconocido de la Nueva Izquierda”. Algo así como el principio físico establecido por don Isaac Newton de “Acción y Reacción” o simplemente el juego de contrarios. Esta Nueva Izquierda se formó o germinó desde comienzo de los años 2000 y se mostró en acción a partir del “Pingüinazo” con las protestas estudiantiles de los años 2010-2011 en adelante. En este caldo de acción estudiantil de esos años estaban todos los jóvenes estudiantes que hoy son nuestros gobernantes como líderes estudiantiles que dirigían la protesta, la huelga y los paros. El Frente Amplio tuvo su nutriente ideológico y motivacional allí. La esencia del FA, fue siempre contestataria y de oposición a lo que fueron los gobiernos de la Concertación desde los años 1990 en adelante. Su visión profunda y sus deseos más auténticos son de favorecer al “pueblo”, a los explotados y a todos los postergados. Desde la gratuidad total en Educación, hasta la anulación radical y total del Neoliberalismo. En pocas palabras, ya se insinúan los apetitos por la reconfiguración o refundación total del Chile tradicional, burgués y conservador. (Más o menos el mismo ideario de las principales fuerzas que lideraron la primera construcción de la Constitución rechazada).
La Derecha chilena, particularmente la más radical y conservadora, no se quedó indiferente ante este “huracán” revolucionario en ciernes y menos aún, luego de que asumiera el poder este mismo conglomerado de jóvenes de la Nueva Izquierda. Nadie desconoce la inequívoca correlación de fuerzas existentes en Chile desde antes del día de nuestra Independencia. El poder real lo ha tenido siempre la Derecha por medio de su alta educación, su dinero, sus empresas, el apoyo incondicional de la Iglesia Católica, la incondicionalidad de las FF.AA y de Orden. En esta ocasión tampoco se quedaron con los brazos cruzados y actuaron invirtiendo, concientizando y capitalizando de todos los errores y debilidades del inexperto y contradictorio mandato del Gobierno del Presidente Gabriel Boric. Y lo saben hacer. Los malestares, dolores, terrores y miedos generados por la inseguridad generalizada en calles, hogares., colegios y en todas partes, se sumaron las contradicciones de los migrantes y el crecimiento del sicariato, maras y pandillas y tantas otras calamidades que se arrastran por muchas décadas y que ahora era oportuno apuntar como propietario exclusivo de este inventario de catástrofes al Gobierno de turno. Y les resultó.
Así entonces se vio a la Derecha más radical: Los Republicanos, como los nuevos Mesías. El péndulo político cambió totalmente de dirección. Y allá vamos ahora con este nuevo experimento. Los Expertos están haciendo la pega encomendada y terminarán de afinar y modificar “en la medida de lo posible” algo de estas 12 o 15 recomendaciones o bordes inviolables. La estructura política de los Expertos, es mucho más diversa y flexible que los que formarán los Consejeros Constitucionales en donde tendrá mandato absoluto el tsunami Republicano sumado a Chile Vamos. La Izquierda en minoría opinante pero sin poder de veto. Fatal. Paradójicamente aquí se formó un Consejo Constituyente que es la función inversa a la Convención Constituyente y esto es caldo de cultivo para los “termocéfalos”, pues pueden creer que es la ocasión de construir una Constitución a la “pinta” de los intereses de su conglomerado de Derecha, desconociendo las prioridades y urgencia apremiantes de la gran masa de chilenos de bajos recursos y de clase media. Los requerimientos reales del Chile pobre y real son muy grandes y a eso deben abocarse de lo contrario en el próximo referéndum revocatorio habrá otro RECHAZO y esto como fenómeno político será una calamidad pública dado que nos miraremos a nosotros mismo como morones, incapaces de crear estructuras políticas con gobernabilidad y que nos faciliten y mejoren la vida de todos.
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