La Iglesia de Villanueva de las Rozas, más conocida como La Catedral de los Peces o la iglesia sumergida del Embalse del Ebro, es uno de los monumentos más emblemáticos y enigmáticos de la región. Construida en el siglo XVIII, esta iglesia de estilo barroco fue testigo de la vida de generaciones de habitantes de la zona antes de que el embalse, construido en 1946, inundara el pueblo y dejara su campanario como único vestigio visible sobre las aguas.
El Embalse del Ebro fue un proyecto de ingeniería construido en 1946 para regular el caudal del río Ebro y asegurar la irrigación de las tierras agrícolas en la cuenca baja. Esta infraestructura también fue diseñada para la producción hidroeléctrica y la prevención de inundaciones. Sin embargo, su creación implicó la expropiación y la inundación de varios pueblos, entre ellos Villanueva de las Rozas, lo que cambió drásticamente la vida de muchas familias.
Este campanario, que aún se alza sobre la superficie del embalse, es hoy un símbolo de resistencia, memoria e identidad para los habitantes de la región. Más que una simple ruina, representa la capacidad de adaptación de una comunidad ante los cambios impuestos por el progreso y la necesidad de desarrollo.
Para Correo del Lago, esta iglesia sumergida encarna perfectamente nuestra visión del periodismo local: rescatar la historia, dar voz a quienes han sido silenciados y mantener viva la memoria de la comunidad. Así como el campanario sigue emergiendo de las aguas, nuestro medio busca destacar las realidades locales, asegurando que las historias que importan no queden sepultadas en el olvido. A través de nuestras publicaciones, queremos ser el eco de aquellos que construyen, transforman