Una fascinante historia de reinvención profesional llega desde Grecia: Olga Karlatos, considerada una de las actrices más bellas del cine helénico, sorprendió al mundo al dar un giro radical a su carrera para convertirse en abogada a los 65 años.
De estrella del cine a defensora de la justicia
Nacida como Olga Vlassopulos en Atenas el 20 de abril de 1947, Karlatos construyó una sólida carrera cinematográfica que abarcó más de 45 producciones entre cine y televisión. Su talento la llevó a compartir pantalla con luminarias de Hollywood como Gregory Peck y a trabajar bajo la dirección de maestros del cine italiano como Sergio Leone y Lucio Fulci.
Entre sus actuaciones más memorables destaca su participación en la película ‘Escarlata y negro‘ (1983), así como papeles protagónicos en clásicos del género western como ‘Keoma’ junto a Franco Nero. Su versatilidad artística quedó también plasmada en producciones emblemáticas como ‘Zombi II’, ‘Purple Rain’ – el aclamado musical de Prince – y la magistral ‘Érase una vez en América’.
Una transformación inspiradora
A mediados de los años 80, cuando su carrera cinematográfica estaba en pleno apogeo, Karlatos comenzó a sentir un llamado diferente. La actriz, que había estado casada con Nikos Papatakis de 1967 a 1982 y posteriormente con Arthur Rankin, Jr., decidió perseguir un sueño largamente postergado: el derecho.
Este cambio radical culminó en 2007 cuando, a sus 60 años, se graduó en leyes por la prestigiosa Universidad de Kent en Reino Unido. Tres años después, logró su admisión en la Bermuda Bar Association, donde actualmente ejerce como abogada a sus 78 años, demostrando que nunca es tarde para reinventarse profesionalmente.
La transformación de Olga Karlatos de icono del cine a profesional del derecho no solo ejemplifica la valentía de seguir nuevos sueños, sino que también inspira a quienes contemplan cambios significativos en sus vidas, sin importar la edad o el momento profesional en que se encuentren.