La fascinación de los gigantes tecnológicos por la ciencia ficción ha dado un giro inesperado y paradójico. Mientras Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos declaran su admiración por la saga ‘La Cultura’, sus imperios empresariales parecen contradecir frontalmente los ideales que esta obra defiende.
La paradoja de ‘La Cultura’: cuando los multimillonarios abrazan la utopía socialista
‘La Cultura’, la aclamada saga de Iain M. Banks, presenta un futuro donde la humanidad ha superado las limitaciones materiales gracias a la tecnología avanzada. En este universo, no existe la escasez, el trabajo es voluntario, y hasta la muerte ha sido conquistada. La sociedad descrita por Banks es, esencialmente, una utopía socialista donde la propiedad privada y las desigualdades económicas son conceptos obsoletos.
El contraste entre ficción y realidad
Resulta desconcertante que los líderes de las mayores empresas tecnológicas se declaren admiradores de una obra que, en esencia, critica el modelo económico que ellos mismos representan. La sociedad imaginada por Banks rechaza explícitamente la concentración de riqueza en pocas manos y promueve una igualdad radical entre sus ciudadanos.
Más sorprendente aún es la postura de estos magnates frente a temas como la identidad de género fluida, elemento fundamental en la saga pero que contrasta con sus posturas públicas sobre cuestiones LGBTI.
La apropiación tecnócrata de la utopía
La explicación de esta aparente contradicción podría residir en la fascinación tecnológica que permea la obra. Los oligarcas tech parecen centrarse exclusivamente en los aspectos relacionados con el avance tecnológico, ignorando convenientemente el mensaje social subyacente.
Musk ha llegado incluso a autonombrarse «anarquista utópico» siguiendo a Banks, mientras que Bezos prepara una adaptación del primer libro para Prime Video. Sin embargo, esta apropiación selectiva de la obra desvirtúa su esencia crítica, transformándola en una mera inspiración para sus ambiciones empresariales.
El legado distorsionado
Esta reinterpretación de ‘La Cultura’ por parte de la élite tecnológica plantea interrogantes sobre la manipulación de las utopías literarias cuando se trasladan al mundo empresarial. Lo que Banks concibió como una crítica al capitalismo se ha convertido, irónicamente, en un referente para algunos de sus máximos exponentes.
La pregunta que queda flotando es si esta apropiación representa una genuina comprensión de la obra o simplemente un ejercicio de marketing tecnológico que desvirtúa el mensaje original del autor.