¿Busca impresionar a sus invitados con un plato espectacular sin arruinarse? Descubra nuestra versión reinventada de la clásica tortilla española, transformada en un elegante pastel gratinado que conquistará todos los paladares.
La Tortilla Española se transforma en pastel gratinado
La tortilla de patatas, ese emblema de nuestra gastronomía que nunca falla, se transforma hoy en una creación culinaria que elevará sus cenas a otro nivel. Esta receta innovadora combina la tradicional tortilla con capas de jamón y queso, coronada con un delicado gratinado de puré de patatas que aporta un toque de sofisticación visual.
Ingredientes principales para una obra maestra
Para elaborar este festín necesitará: 10 patatas, 6 huevos (más 2 yemas), 2 cebollas, 12 lonchas tanto de jamón cocido como de queso, cebollino fresco, aceite y condimentos básicos. La magia reside en la combinación de estos ingredientes cotidianos para crear algo extraordinario.
El secreto está en la preparación
El proceso comienza con la preparación de tres tortillas individuales que servirán como base de nuestro pastel. La clave está en mantenerlas ligeramente jugosas, ya que posteriormente pasarán por el horno. Entre cada capa, dispondremos generosamente el jamón y el queso, creando un relleno que se fundirá deliciosamente durante el gratinado.
La corona del plato es sin duda la decoración con rosetones de puré, aplicados con manga pastelera, que tras el gratinado crearán un acabado dorado y crujiente que elevará la presentación a nivel restaurante.
Variaciones para todos los gustos
Esta receta permite múltiples adaptaciones según sus preferencias. Puede incorporar pimientos asados, sustituir el jamón cocido por serrano, o incluso añadir espinacas salteadas con pasas. Para el queso, recomendamos variedades fundentes como gouda o emmental, que garantizarán un resultado cremoso y satisfactorio.
Este plato representa la perfecta fusión entre tradición e innovación, ideal para ocasiones especiales donde desee sorprender sin comprometer el presupuesto. Una creación que demuestra que la cocina española sigue evolucionando sin perder su esencia.