La infanta Cristina de Borbón celebra hoy sus 60 años alejada de los focos mediáticos que tanto la persiguieron en el pasado. Desde su residencia en Ginebra, la hija de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía ha encontrado la serenidad tras años turbulentos marcados por escándalos judiciales y una dolorosa separación matrimonial.
Una vida marcada por el caso Nóos
El destino de la infanta dio un giro dramático durante la investigación del caso Nóos, que llevó a su entonces esposo Iñaki Urdangarin a prisión. La trama de corrupción, que salpicó a la institución monárquica, culminó con la retirada de su título de duquesa de Palma por parte de su hermano, el rey Felipe VI, en 2015. A pesar de su absolución en el juicio, las imágenes de una infanta española sentada en el banquillo quedaron grabadas en la memoria colectiva.
Ginebra: un refugio para reconstruirse
Desde 2013, Ginebra se convirtió en el refugio donde la infanta Cristina encontró la estabilidad necesaria para proteger a sus cuatro hijos del vendaval mediático. Su vida en Suiza, lejos del foco institucional, le ha permitido centrarse en su trabajo y en su círculo más íntimo. La decisión de establecerse en el país helvético ha demostrado ser acertada para mantener la privacidad de su familia.
Un nuevo capítulo personal
El divorcio de Iñaki Urdangarin, formalizado en diciembre de 2023, marcó el final definitivo de una etapa. La ruptura, precipitada por las fotografías publicadas en 2022 que mostraban a Urdangarin con Ainhoa Armentia, supuso un nuevo golpe mediático que la infanta ha sabido gestionar con discreción.
En la actualidad, sus vínculos familiares se han fortalecido. Mantiene una excelente relación con su hermana Elena y ha reconciliado lazos con el rey Felipe VI, como se evidenció en su llegada conjunta a una boda familiar el pasado septiembre. Sus viajes a España para ver a su madre y a Emiratos Árabes Unidos para acompañar a su padre Juan Carlos son frecuentes, aunque siempre desde la discreción.
A sus 60 años, la infanta Cristina ha encontrado un equilibrio entre su vida profesional y personal, centrándose en lo que verdaderamente importa: sus hijos, su trabajo y su círculo más cercano. La celebración de su cumpleaños será íntima, reflejando esta nueva etapa de serenidad en su vida.