¿Eres de los que quitan las hebras blancas de la mandarina antes de comerla? Quizá después de leer esto cambies de opinión. Un detalle aparentemente insignificante en nuestras frutas favoritas podría estar privándonos de múltiples beneficios para la salud.
La mandarina: más que solo vitamina C
La mandarina es, sin duda, una de las frutas más populares durante el invierno en España. Su sabor dulce, su facilidad para pelarla y su riqueza en vitamina C la convierten en una opción ideal para fortalecer el organismo en la época más fría del año. Además, su versatilidad en la cocina la hace protagonista de recetas saludables como bizcochos sin gluten, preparados incluso en freidora de aire.
Al comerla, la mayoría de las personas repite el mismo ritual: abrir la cáscara, separar los gajos y, para algunos, eliminar esas finas hebras blancas que tanto incomodan a la vista como al paladar. Sin embargo, esa práctica podría estar restándole a nuestro cuerpo una fuente inesperada de nutrientes clave.
Mitos y verdades sobre las hebras blancas de la mandarina
La experta en seguridad alimentaria Cristina Lora ha compartido en redes sociales un mensaje claro y revelador: esas hebras blancas que solemos desechar no solo son comestibles, sino que también son extremadamente saludables. En su vídeo, Lora denomina a estas fibra como «albedros» y destaca que podrían ser más beneficiosas que la propia pulpa de la fruta.
Según sus palabras, los hilos blancos de la mandarina contienen hasta 20 veces más compuestos fenólicos que los gajos. Estos compuestos actúan como antioxidantes, ayudando a combatir los radicales libres que aceleran el envejecimiento celular. Además, son ricos en pectina, una fibra dietética que contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como «colesterol malo».
«En España», comenta Lora, «hay dos tipos de personas: las que quitan los hilos de la mandarina… y las que no lo hacen». Tras explicar las propiedades saludables de esta parte tan ignorada de la fruta, su recomendación es tajante: «Comételo».
No solo la mandarina: otras frutas con hebras saludables
El fenómeno no se limita a las mandarinas. Otras frutas muy comunes en nuestra alimentación también presentan estos filamentos internos que muchas veces retiramos por costumbre. Un buen ejemplo es el plátano, cuyos hilos, aunque menos notorios, también generan rechazo en algunos consumidores.
Sin embargo, esos pequeños hilos del plátano están lejos de ser inofensivos o inútiles. Al contrario, contienen calcio, vitamina C, magnesio, potasio e incluso antioxidantes. Nutrientes esenciales para mantener huesos fuertes, favorecer la función muscular y mejorar la salud del sistema inmunológico.
¿Cambiarás ahora tus hábitos? Quizá ha llegado el momento de dejar de lado ciertas manías y entender que, en el mundo de la alimentación, hasta el más mínimo detalle puede marcar la diferencia.
Conclusión: una cuestión de hábito… y de salud
Muchas veces eliminamos partes de los alimentos sin conocer realmente su valor nutricional. Las hebras blancas de frutas como la mandarina y el plátano son un claro ejemplo de cómo el desconocimiento puede llevarnos a perder beneficios importantes para nuestro organismo.
La próxima vez que tengas una mandarina entre tus manos, tal vez te detengas un segundo antes de quitarle cada hilo. Quizá descubras que, más allá del sabor o la textura, lo que parece un simple estorbo es, en realidad, un pequeño tesoro nutricional.