En una revolución silenciosa que está transformando la atención hospitalaria en Chile, las mascotas están emergiendo como aliados terapéuticos inesperados. Este fenómeno está rompiendo paradigmas y demostrando el poder sanador del vínculo entre humanos y animales.
Una innovación que transforma vidas
Los pasillos de varios hospitales chilenos están siendo testigos de un cambio significativo: la presencia de mascotas visitando a sus dueños hospitalizados. Esta iniciativa, que comenzó como un experimento, está demostrando resultados sorprendentes en la recuperación de los pacientes.
El caso de Luis Segura, de 66 años, es emblemático. Tras sufrir un accidente cerebrovascular, permaneció dos semanas en la UCI del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. La visita de su perrita Lisa marcó un antes y después en su recuperación, logrando la primera respuesta neurológica significativa desde su internación.
Un protocolo pionero que marca tendencia
El Hospital Clínico de la Universidad de Chile ha desarrollado un protocolo formal que está sirviendo como modelo para otros centros sanitarios. Este documento, elaborado con rigurosos criterios médicos y éticos, establece las pautas para permitir las visitas de mascotas a pacientes en estado grave o terminal.
La iniciativa, inspirada en experiencias exitosas en España, requiere cumplir requisitos específicos: certificados veterinarios actualizados, vacunas al día y condiciones de higiene estrictas. Por ahora, solo se autoriza el ingreso de perros y gatos, debido a su manejo veterinario más controlable.
Resultados que transforman la medicina tradicional
La Red de Humanización en Salud, liderada por la enfermera Rebeca Aguayo, ha documentado resultados notables. «El vínculo con la mascota genera una respuesta más significativa que otras terapias convencionales», explica Aguayo. «Es una verdadera inyección de energía que mejora el ánimo y la colaboración del paciente».
Actualmente, cuatro centros hospitalarios aplican este protocolo: el Hospital Clínico, el Félix Bulnes, el Del Salvador y el Regional de Coquimbo. Los resultados están inspirando a otros centros a considerar implementar iniciativas similares, como ya ocurre en los hospitales de Temuco y Rengo.
Esta transformación en la atención hospitalaria representa un paso significativo hacia una medicina más humanizada, donde el bienestar emocional del paciente se considera tan importante como su recuperación física. Las mascotas, esos compañeros silenciosos de vida, están demostrando ser aliados invaluables en el camino hacia la sanación.